Este fósil puntiagudo muestra cómo lucían los primeros moluscos.
Un animal que podría confundirse con una fruta puntiaguda está dando a los científicos una idea de cómo eran los moluscos hace unos 500 millones de años.
Los fósiles de un antiguo invertebrado llamado Shishania aculeata muestran que el animal era una criatura parecida a una babosa cubierta de una armadura espinosa, según informan los investigadores en la revista Science del 2 de agosto. El hallazgo refuerza la evidencia que sugiere que los primeros moluscos carecían de conchas y estaban cubiertos de púas hechas de quitina, un material fibroso que se encuentra en las conchas de cangrejos y otros moluscos actuales (SN: 13/10/22).
Los moluscos actuales son un grupo de animales increíblemente diverso, dice la paleobióloga Xiaoya Ma de la Universidad de Yunnan en China. Con especies vivas tan diferentes como las almejas y los pulpos, es difícil encontrar rasgos comunes que indiquen cómo eran los primeros antepasados del grupo. Pero "los fósiles a menudo pueden proporcionar evidencia única y directa" de cómo aparecieron los primeros moluscos, dice Ma.
Los fósiles, que fueron descubiertos en China, datan de hace unos 510 millones de años, después de un período Cámbrico temprano, cuando hubo un rápido estallido de evolución de los ancestros de los moluscos (SN: 6/11/94). Ma y sus colegas examinaron un total de 18 especímenes, cuyo tamaño oscilaba aproximadamente entre 1 y 6 centímetros de largo. Cada espécimen "no siempre era hermoso", dice Ma. Los tejidos blandos como los del cuerpo de S. aculeata no se fosilizan bien. "Pero se conservan o comprimen desde diferentes ángulos... [lo que] nos ayuda a armar un rompecabezas para reconstruir el animal".
La base de S. aculeata es plana, con un pie singular. Esta característica de los moluscos ayuda a los animales a arrastrarse por el suelo o excavar en sedimentos blandos. Es más, los conos huecos de quitina que hacen que el organismo se parezca a una fruta durian en el exterior están llenos de canales estrechos que son "espectaculares y extremadamente raros", dice Ma. Estos canales son similares a los encontrados en los exoesqueletos de gusanos y braquiópodos extintos y vivos, lo que sugiere un origen común.
