Nuevo estudio: Una simple prueba de sangre podría ser la forma más precisa de detectar la enfermedad de Alzheimer
Un simple análisis de sangre puede identificar con precisión si una persona con problemas de memoria tiene Alzheimer en el 91% de los casos, lo que lo hace significativamente más preciso que los métodos tradicionales que utilizan los médicos para evaluar y diagnosticar la enfermedad.
Los hallazgos provienen de un nuevo estudio, publicado el 28 de julio en la revista JAMA y presentado en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer, y son el último paso adelante en el desarrollo de una prueba más barata y sencilla para una enfermedad que afecta a casi 7 millones de estadounidenses.
"Estos hallazgos pueden tener implicaciones importantes para todas aquellas personas que buscan ayuda para la pérdida de memoria y la sospecha de Alzheimer", dijo a Health Oskar Hansson, MD, PhD, profesor de neurología, jefe de la unidad de investigación de memoria clínica en la Universidad de Lund en Suecia y autor del estudio.
Esto es lo que debe saber sobre lo que esta nueva investigación podría significar para los diagnósticos de Alzheimer en el futuro.
Para el nuevo estudio, los investigadores analizaron a 1.213 pacientes en Suecia con una edad promedio de 74 años. A lo largo del estudio, los participantes experimentaron síntomas leves de memoria, un posible signo temprano de Alzheimer.
De ellos, 515 fueron evaluados en atención primaria y 698 en una clínica especializada en memoria. A estos pacientes se les realizó la prueba con el nuevo análisis de sangre, y los resultados de la prueba se confirmaron con análisis de líquido cefalorraquídeo que pueden indicar la enfermedad de Alzheimer.
Los investigadores midieron el nivel de tau 217 fosforilada en plasma (p-tau217), un tipo de proteína que se acumula y daña el cerebro en los pacientes con Alzheimer, y beta amiloide, otra proteína que se considera un biomarcador de la enfermedad de Alzheimer.
La fiabilidad del análisis de sangre de aproximadamente el 90% para identificar la enfermedad de Alzheimer se comparó con las evaluaciones de los médicos de atención primaria o especializada antes de que se les permitiera ver los resultados del análisis de sangre o del análisis de líquido cefalorraquídeo.
La precisión de los médicos de atención primaria para identificar la enfermedad de Alzheimer fue del 61%, mientras que los médicos especialistas acertaron el 73% de las veces.
Los investigadores afirmaron que la simplicidad y fiabilidad de este análisis de sangre suponen un avance significativo en el diagnóstico del Alzheimer, ofreciendo un método sencillo para descartar la enfermedad en atención primaria, en contraposición a los análisis de sangre más invasivos y las visitas al médico que requerirían exámenes y pruebas exhaustivas. Debido a la comodidad de esta prueba, el diagnóstico del Alzheimer podría realizarse de forma más rápida y sencilla, lo que permitiría a los pacientes desarrollar un plan y prepararse mejor para su futuro.
Sin embargo, los investigadores advirtieron de que, dado que se realizó en Suecia, los resultados deberían confirmarse en una población estadounidense diversa y que el análisis de sangre solo debería utilizarse en personas que ya presenten síntomas de deterioro cognitivo o pérdida de memoria. No debería utilizarse para predecir si una persona sana podría desarrollar Alzheimer.
“Los próximos pasos incluyen establecer directrices clínicas claras para el uso del análisis de sangre en la atención sanitaria”, dijo Hansson. “La prueba ya está disponible en los EE. UU. y es probable que pronto esté disponible en muchos otros países. Inicialmente, se utilizará principalmente en clínicas especializadas en memoria, y puede llevar aproximadamente uno o dos años implementar las directrices y la formación en atención primaria”.
En la actualidad, los médicos utilizan una combinación de métodos para detectar la enfermedad de Alzheimer, así como otras posibles causas de cambios cognitivos o conductuales que pueden indicar una enfermedad neurodegenerativa.
Estos métodos suelen incluir una historia clínica detallada, una revisión de la medicación, los antecedentes familiares, los antecedentes sociales, un examen neurológico completo, diversos grados de pruebas neuropsicológicas, análisis de sangre para evaluar las causas reversibles de estos cambios y técnicas de diagnóstico por imágenes del cerebro, como las resonancias magnéticas.
En algunos casos, también se utilizan técnicas de diagnóstico por imágenes avanzadas, como las tomografías por emisión de positrones o los análisis del líquido cefalorraquídeo para detectar biomarcadores como las proteínas beta-amiloide y tau, pero sigue habiendo una necesidad apremiante de herramientas de diagnóstico más sencillas y rápidas para su uso en atención primaria, según Hansson.
Pero, aunque el nuevo análisis de sangre es ciertamente innovador, todavía no está destinado a ser el único método de diagnóstico.
“El análisis de sangre descrito en el estudio es un avance prometedor, pero todavía no sustituye al actual proceso de diagnóstico integral”, dijo a Health el Dr. Joel Salinas, profesor clínico adjunto de neurología en la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York y fundador y director médico de Isaac Health. “Es beneficioso porque puede ser menos invasivo y más accesible que las pruebas de líquido cefalorraquídeo”, dijo Salinas, y agregó que también puede “ayudar a orientar a quién se beneficiaría más de los estudios de imágenes avanzados para hacer el uso más juicioso de los recursos clínicos”.
Además, la precisión de la nueva prueba es mayor en pacientes que ya han progresado a demencia o deterioro cognitivo leve, y es menos precisa en las primeras etapas del deterioro cognitivo.