Revolucionando las pruebas de THC: Detectando cannabis con solo unas pocas gotas de saliva

28 Julio 2024 2472
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Con tan solo unas gotas de saliva y en pocos minutos se puede detectar la presencia de THC gracias a una técnica desarrollada por las universidades de Córdoba y Valencia, que permite acelerar el proceso de análisis y utilizar muestras muy pequeñas.

Universidades europeas han desarrollado un nuevo método para detectar de forma rápida y precisa el THC en pequeñas muestras de saliva.

Esta técnica simplifica los procesos tradicionales en dos pasos principales y utiliza la espectrometría de masas para un análisis rápido. Supone un avance significativo en la tecnología de los análisis de drogas.

El cannabis es la droga ilegal más consumida en Europa. Se estima que alrededor del 8% de los adultos consumió cannabis en 2022. El abuso generalizado de esta sustancia tiene consecuencias para la salud y se considera un importante problema social. Un recurso fundamental para controlar su consumo y evitar estos problemas de salud sería una forma de análisis rápida, sencilla, no invasiva y fiable que utilice un fluido fácil de extraer, como la saliva. Con el objetivo de agilizar este tipo de análisis y hacerlo efectivo en muestras de saliva de menor tamaño, el grupo FQM-215 – Preparación de Muestras Asequible y Sostenible de la Universidad de Córdoba ha trabajado junto con el grupo GICAPC de la Universidad de Valencia para diseñar una nueva técnica de análisis que simplifica el procesamiento de la muestra y permite verificar la presencia de THC (Tetrahidrocannabinol) con tan solo 0,25 mL de saliva.

Investigadores que han llevado a cabo el estudio. Crédito: Universidad de Córdoba

Para ello se utiliza una técnica denominada microextracción dispersiva por sorción, con una barra agitadora miniaturizada, que “consiste en la adición de un material capaz de extraer los analitos de la muestra (en este caso, el tetrahidrocannabinol de la saliva), que tiene propiedades magnéticas, de forma que al introducir un imán muy pequeño (la barra agitadora) en el dispositivo en el que se encuentra la saliva, se produce una agitación magnética que hace que se forme un vórtice, dispersando aquellas partículas que interaccionan con los analitos de la muestra. Al parar la agitación, las partículas con los analitos vuelven a ser atraídas por el imán”, explica el investigador de la UCO Jaime Millán Santiago.

De esta forma, se consigue extraer las moléculas de THC de la saliva de forma muy rápida. “Hemos reducido a 2 pasos lo que de otra forma serían 5”, señala la catedrática de la UCO Marisol Cárdenas.

Tras el paso de preparación de la muestra viene el segundo: “Transferimos el imán miniaturizado, recubierto con las partículas que han atrapado el THC que había en la muestra, y lo pasamos a una aguja, a la que aplicamos un alto voltaje y añadimos un disolvente orgánico capaz de interrumpir la interacción entre el material extractante y el THC, generando un electrospray que se introduce en el espectrómetro de masas”, explica el investigador.

En tan solo dos pasos, y con una muestra muy pequeña de saliva, se puede determinar la concentración de cannabis en la saliva en apenas unos minutos. Esta tecnología, como explica el profesor Rafael Lucena, “ya ​​se podría incorporar a los métodos de análisis de los laboratorios rutinarios” y destaca por su sensibilidad, precisión y exactitud.

Innovación colaborativa

Esta tecnología es posible gracias a la combinación de dos innovaciones desarrolladas por los equipos de Córdoba y Valencia. Mientras que el paso de extracción y preparación de la muestra fue diseñado por la Universidad de Valencia, el método de análisis lo ideó este equipo del Departamento de Química Analítica de la Universidad de Córdoba.

“Utilizamos agujas de acero inoxidable (un material económico y disponible) y aprovechamos la parte no metálica de la aguja (cavidad luer) para acoplar el imán con el THC, retenido en el material extractante, y, para inmovilizarlo, utilizamos otro imán externo, permitiendo así que el flujo del disolvente pase y eluya los analitos, que salen por la punta de la aguja como un spray que entra al instrumento analítico, donde se mide la concentración de THC”, explicó Jaime Millán, uno de los creadores de este método.


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