Cómo motivarse para limpiar: hacer las tareas con TDAH

Las tareas del hogar tienden a acumularse, ¿verdad? El trabajo y otras obligaciones ocupan la mayor parte de nuestros días, así que cuando tenemos tiempo libre, lo último que queremos hacer es más trabajo. Sin embargo, como todos sabemos, el mantenimiento rutinario apoya un hogar funcional y mejora nuestra salud mental.

Mis clientes con TDAH me han compartido todas las formas en que las tareas se posponen, interrumpen y evitan debido al TDAH. La naturaleza interminable de las tareas hace que sea casi imposible empezar y mantenerse motivado. Las distracciones y las prioridades competidoras mantienen las tareas en un estado perpetuamente incompleto. Y sin importar el problema, los problemas para vencer las tareas del hogar casi siempre llevan a sentimientos de frustración e incompetencia.

La única forma de ayudarte a comenzar, persistir y terminar esas fastidiosas tareas del hogar (y hacerlo una y otra vez) es idear un sistema que funcione para ti. Eso puede requerir que des un paso atrás y reevalúes tu enfoque actual de las tareas. Aquí hay cinco pasos para ayudarte a repensar las tareas, motivarte para limpiar y seguir un proceso de mantenimiento que se adapte a tu vida.

1. Identifica todas las tareas del hogar que son importantes para ti. Piensa en lo mínimo indispensable que necesitas para sentirte bien en tu espacio de vida. ¿Es una mesa de comedor libre de desorden? ¿Sin ropa en el suelo? Tómate el tiempo para hacer una lista de las cosas realistas que te importan, incluso si son difíciles de completar.

2. Divide todas las tareas en sus pasos más pequeños para reducir la abrumación. Una tarea de varios pasos como "hacer la colada", por ejemplo, se convierte en clasificar la ropa, lavar la ropa, secar la ropa, vaciar la ropa seca en la cesta, llevar la cesta al dormitorio, y así sucesivamente. Los pasos más pequeños son más fáciles de abordar y te permiten ser más realista sobre lo que puedes lograr.

3. Establece horarios para completar las tareas (y las tareas pendientes) de una manera que se ajuste a tu estilo de vida. ¿Es mejor programar un bloque de tiempo para trabajar en todas las tareas de tu lista? ¿O sería mejor hacer una o dos tareas pequeñas todos los días? ¿Serías más productivo al principio de la mañana o al final del día? ¿Puedes hacer los primeros dos pasos de una tarea hoy y el resto mañana? La clave aquí es ser sincero contigo mismo acerca de formas razonables de incorporar las tareas del hogar en tu vida diaria.

4. Identifica tus puntos débiles y obstáculos para comenzar las tareas. ¿Qué hace que comenzar una tarea en particular sea difícil para ti?

5. Ayúdate a mantenerte en el camino mientras haces las tareas.

6. Tómate el tiempo para notar tus logros. Una vez que hayas completado una tarea, observa cómo se ve y se siente el área. Toma una foto de tu espacio e imprime una copia para recordarte cómo se siente gestionar tu hogar de manera exitosa. Con cada paso de una tarea, comparte tu progreso con un amigo o familiar que te anime. Reflexiona sobre las estrategias que te resultaron más útiles en el proceso para que puedas seguir usándolas en el futuro.

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