Explorando cómo los eventos estresantes de la vida afectan los síntomas internalizantes y externalizantes de la psicopatología en la infancia.

18 Noviembre 2024 1892
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17 de noviembre de 2024

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corregido por Ingrid Fadelli, Medical Xpress

Estudios de psicología anteriores han destacado consistentemente la conexión entre eventos adversos y traumáticos en la vida y problemas de salud mental. Una mejor comprensión de la intrincada relación entre eventos estresantes en la vida y la aparición de psicopatología en la infancia podría informar la práctica psicoterapéutica, potencialmente permitiendo el desarrollo de intervenciones más efectivas.

Investigadores del Hospital Infantil de Boston llevaron a cabo recientemente un estudio longitudinal explorando los efectos del momento de eventos estresantes, la exposición a diferentes tipos de trauma y la resiliencia familiar en la experiencia de síntomas internalizados y externalizados de psicopatología en la infancia. Sus hallazgos, publicados en Comunicaciones de Psicología, destacan factores específicos que podrían influir en la aparición de problemas de salud mental después de eventos difíciles en la vida.

'La asociación entre experiencias estresantes y psicopatología está bien documentada,' escribieron Viviane Valdes, Dashiell D. Sacks y sus colegas en su paper. 'Sin embargo, se necesitan estudios para comprender el impacto del momento de eventos estresantes, tipos de experiencias traumáticas y de la resiliencia familiar en síntomas internalizadores y externalizadores en la primera infancia. El presente estudio utilizó un diseño longitudinal con este fin.'

Como parte de su estudio, Valdes, Sacks y sus colegas examinaron el impacto de eventos estresantes en dos tipos diferentes de experiencias psicopatológicas, es decir, síntomas internalizados y externalizados. Los síntomas internalizados, como la ansiedad, la depresión, el aislamiento social y el dolor psicosomático, implican dirigir la angustia y las emociones hacia adentro. En contraste, los síntomas externalizados se manifiestan como comportamientos disfuncionales dirigidos hacia afuera, como la agresión, la impulsividad, la hiperactividad y la desobediencia a la autoridad.

Los investigadores reclutaron a 456 padres y les pidieron que completaran los mismos cuestionarios en diferentes momentos, específicamente cuando sus hijos eran bebés, luego cuando tenían 2, 3, 5 y 7 años. El cuestionario que completaron fue diseñado para obtener información sobre eventos estresantes y traumáticos que los niños podrían haber experimentado, así como la resiliencia familiar y cualquier síntoma que los niños estuvieran manifestando.

Interesantemente, los investigadores encontraron que los eventos estresantes experimentados a la edad de 1-2 años y 2-3 años predecían síntomas internalizados solo en participantes femeninas. Los niños varones que participaron en el estudio, por otro lado, no mostraron síntomas internalizados significativos cuando habían experimentado más eventos estresantes en sus primeros años de vida.

'Para los síntomas externalizados a los 3 años, cada punto de tiempo evaluado se asoció significativamente con más síntomas en ambos,' escribieron Valdes, Sacks y sus colegas. 'A los 5 años, tanto los síntomas internalizados como los externalizados se asociaron con un mayor número de eventos estresantes en cada punto del tiempo y en ambos sexos. Hubo evidencia de efectos temporales, incluidos efectos acumulativos, periodos sensibles y efectos recientes.'

En general, los hallazgos reunidos por los investigadores resaltan tres factores que parecen influir en la aparición de psicopatología en la primera infancia después de experiencias estresantes. Estos factores incluyen el momento de los eventos estresantes, el tipo de experiencias traumáticas y algunos aspectos de la resiliencia familiar de un niño.

'La exposición al trauma interpersonal se asoció con mayores síntomas internalizados, mientras que tanto las experiencias traumáticas interpersonales como no interpersonales se asociaron con mayores síntomas externalizados,' escribieron los investigadores.

'Aspectos de la resiliencia familiar, como niveles más altos de compromiso familiar, capacidad para enfrentar desafíos y sentido de control, redujeron el riesgo de síntomas internalizadores, mientras que solo un mayor sentido de control redujo el riesgo de síntomas externalizados a los 7 años, incluyendo en el contexto del trauma.'

Valdés, Sacks y sus colegas recopilaron información nueva y valiosa que podría informar el desarrollo de intervenciones preventivas y terapéuticas dirigidas a mitigar el impacto adverso de eventos estresantes tempranos en la salud mental. Su trabajo también podría inspirar a otros equipos de investigación a examinar la contribución única de los tres factores que investigaron a la psicopatología (es decir, el momento de los eventos estresantes, el tipo de trauma y los aspectos de la resilencia familiar).

Más información: Viviane Valdés et al, "El tiempo del estrés, la exposición al trauma y la resilencia familiar afectan diferencialmente los síntomas internalizantes y externalizantes a los 3, 5 y 7 años de edad", Comunicaciones de Psicología (2024). DOI: 10.1038/s44271-024-00151-z

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