Síntomas de desequilibrio hormonal: Fatiga y Energía Disminuida

12 Julio 2024 1628
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Si constantemente sientes que es un esfuerzo avanzar en todo un día de vigilia o si estás totalmente agotado incluso si has estado durmiendo bien, conoces la lucha. La fatiga no es algo inusual. De hecho, los estadounidenses reportan sentir sueño un promedio de tres días a la semana, y muchos señalan que afecta negativamente su vida diaria, según investigaciones de la National Sleep Foundation. Lo que resulta aún más intrigante: las mujeres son el grupo que más reporta sentirse somnolientas, un promedio de 3.4 días a la semana en comparación con los hombres, que reportan sentirse somnolientos 2.7 días a la semana.

¿Por qué las mujeres están más cansadas que los hombres? Esa es una pregunta compleja, pero podemos comenzar a abordarla al mirar una de las diferencias clave entre hombres y mujeres: las hormonas, o mensajeros químicos que ayudan a una parte de nuestro cuerpo a comunicarse con otra.

Varias hormonas desempeñan roles vitales en mantener los niveles de energía y prevenir la fatiga: hormonas tiroideas, cortisol y hormonas gonadales (estrógeno y testosterona). Estas hormonas son fundamentales para el sistema de regulación de energía del cuerpo, y los desequilibrios en su balance pueden llevar a fatiga crónica y otros problemas de salud, explica Caroline Messer, M.D., una endocrinóloga de Fifth Avenue Endocrinology y Fundadora de Well by Messer.

Las pequeñas pero poderosas hormonas que produce tu glándula tiroides, triyodotironina (T3) y tiroxina (T4), actúan como directores en tu orquesta metabólica, regulando qué tan eficientemente tu cuerpo convierte los alimentos en energía utilizable. Cuando tu tiroides funciona de manera óptima, experimentas energía constante a lo largo del día, explica la Dra. Messer. Sin embargo, un desequilibrio en estas hormonas puede desestabilizar todo el sistema, lo que lleva a importantes problemas de energía. "Por ejemplo, el hipotiroidismo, caracterizado por bajos niveles de T3 y T4, a menudo resulta en fatiga y lentitud, mientras que el hipertiroidismo también causa cansancio porque el cuerpo está esencialmente en sobremarcha, lo que eventualmente puede llevar a la agotamiento", dice ella.

El cortisol, a menudo conocido como la hormona del estrés, es producido por las glándulas suprarrenales y desempeña un papel crucial en la respuesta al estrés del cuerpo, dándote esa energía adicional para enfrentar situaciones demandantes. Aquí es donde las cosas se vuelven interesantes: el cortisol tiene un punto óptimo. "Cuando está funcionando de manera óptima, [el cortisol] asegura que tengas suficiente energía (glucosa) en tu torrente sanguíneo para conquistar tareas diarias y manejar el estrés de manera efectiva", dice la Dra. Messer. "Pero, al igual que un subidón de azúcar que luego cae, niveles crónicamente altos de cortisol pueden salir mal, dejándote sintiéndote agotado y fatigado." Por otro lado, un cortisol insuficiente puede llevar a una condición llamada insuficiencia adrenal, resultando en cansancio constante.

La insulina, producida por el páncreas, controla los niveles de glucosa en sangre facilitando la absorción de glucosa en las células para la producción de energía, explica Sunjya Schweig, M.D., médico familiar integrativo y Fundador de California Center for Functional Medicine. "Cuando los niveles de glucosa en sangre aumentan, se libera insulina para ayudar a las células a absorber la glucosa, reduciendo los niveles de azúcar en sangre y proporcionando energía", dice él. "La desregulación de la insulina, como en la diabetes, puede llevar a importantes desequilibrios de energía y fatiga."

El estrógeno juega un papel crucial en la salud de las mujeres en la regulación del ciclo menstrual, mantenimiento de la densidad ósea y promoción del bienestar cardiovascular, explica la Dra. Messer. "Durante la menopausia, cuando los niveles de estrógeno disminuyen, muchas mujeres experimentan fatiga y una disminución en la energía", dice ella. El estrógeno también es un precursor de neurotransmisores como la serotonina, que pueden influir en nuestro estado de ánimo y motivación. En otras palabras, niveles más altos de serotonina pueden brindarnos un impulso de energía, y niveles más bajos pueden hacer lo contrario.

Aunque a menudo se asocia con los hombres, la testosterona es también crucial para las mujeres, apoyando la masa muscular, la densidad ósea y la vitalidad general, señala la Dra. Messer. Al igual que en los hombres, la testosterona en las mujeres puede contribuir a niveles de energía aumentados al ayudar a regular la tasa metabólica, lo que puede influir en la producción de energía. La Dra. Messer menciona que también ayuda a mantener la masa muscular, lo que puede contribuir a una tasa metabólica basal más alta y potencialmente más energía a lo largo del día.

Varias hormonas desempeñan un papel clave en si nos sentimos innecesariamente fatigados. Aquí te explicamos cómo los desequilibrios en sus niveles pueden dejarte sintiéndote agotado y sin motivación.

Según la Dra. Messer, los trastornos endocrinos o hormonales a menudo se presentan con síntomas inespecíficos, incluida la fatiga. Es importante pensar en tus hábitos de sueño, actividad y nutrición, ya que pueden influir en tus niveles de fatiga. Cuando la fatiga es persistente o inexplicada, es crítico considerar la posibilidad de un trastorno endocrino. "En pacientes con condiciones endocrinas conocidas, el inicio de la fatiga puede señalar el desarrollo de un trastorno o complicación relacionada, por lo que es importante buscar consejo médico de un endocrinólogo si te encuentras en esta posición", dice ella.


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