Desigualdades en la salud: Personas de color sin tratar el TDAH

06 Febrero 2024 2823
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El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y todos sus diversos síntomas complican y dificultan la vida de aquellos que lo padecen. Si bien un diagnóstico a cualquier edad es útil, la detección temprana puede hacer que la sobrellevación sea significativamente más fácil, ya que permite a las personas obtener la ayuda que necesitan para manejar adecuadamente el TDAH mucho antes.

Desafortunadamente, las disparidades raciales en el diagnóstico y tratamiento del TDAH son desenfrenadas. Los niños blancos tienen muchas más probabilidades de recibir un diagnóstico que los niños de color, quienes son continuamente subdiagnosticados para el TDAH. Estas inequidades y sus consecuencias relacionadas causan dificultades durante años e incluso toda la vida, ya que los pacientes desconocen que el TDAH es la causa principal de sus desafíos. Junto con las barreras y desigualdades sistémicas que ya enfrentan las personas de color, los desafíos únicos del TDAH no diagnosticado pueden llevar a consecuencias desastrosas.

El TDAH es un trastorno cerebral que afecta las funciones ejecutivas, las habilidades que utilizamos para planificar y llevar a cabo nuestras actividades diarias. Como resultado, las personas con TDAH suelen ser desorganizadas, tienen dificultades para mantenerse concentradas y luchan para completar tareas cotidianas. Con el TDAH, la vida misma es más desafiante.

El tratamiento adecuado es absolutamente crucial para manejar el TDAH. Sin herramientas y apoyos, o incluso un diagnóstico, los problemas en la vida de alguien con TDAH pueden crecer constantemente hasta alcanzar niveles insuperables. Trabajar con un profesional médico calificado permite a muchas personas manejar los síntomas y tomar el control de sus vidas. El valor de ese apoyo no puede ser exagerado.

El TDAH se presenta en todas las razas y etnias. Sin embargo, los desafíos de vivir con TDAH simplemente no son iguales debido a una variedad de factores:

Un diagnóstico de TDAH es una herramienta esencial para las personas que buscan salir de los síntomas y desafíos. Es aún más útil cuando se recibe en la infancia, desbloqueando el tratamiento y las estrategias de manejo del TDAH desde temprana edad.

Sin embargo, una y otra vez, los niños blancos reciben el diagnóstico que necesitan y los niños de color no. Los médicos a menudo pasan por alto los síntomas de TDAH en niños negros y latinos. Sin un diagnóstico en la infancia, a menudo lleva décadas para que un individuo comprenda completamente la raíz de sus síntomas.

El TDAH no diagnosticado deja a las personas de color sin el apoyo necesario. Al mismo tiempo, los problemas de salud mental comórbidos, como los trastornos del estado de ánimo o la ansiedad, pueden empeorar. No es raro que las personas con TDAH no diagnosticado y no tratado luchen en prácticamente todos los ámbitos de la vida.

El hecho de que los profesionales médicos no identifiquen el TDAH en personas de color es un problema significativo. Pero también se presenta una barrera para el diagnóstico y tratamiento en el estigma y la desconfianza médica prevalentes en las comunidades de color.

En muchas de estas comunidades, se elogia la "fortaleza mental". Esto significa que buscar ayuda y apoyo para los desafíos se ve como una declaración de debilidad. Esta reticencia se suma a la creencia de que los comportamientos sintomáticos del TDAH se pueden "solucionar" con técnicas de crianza, no con apoyo profesional. Para afianzar esta creencia, muchas familias recuerdan haber "pasado por situaciones peores" sin recibir ninguna ayuda.

Dentro de las comunidades negras, la desconfianza médica tiene raíces profundas y generalizadas. No hace falta mirar más allá de la historia del campo médico en sí para ver que ha destruido repetidamente la confianza entre las comunidades que buscan ayuda. Cuando las minorías más han necesitado asistencia médica, a menudo se han visto ignoradas o tratadas de manera flagrantemente incorrecta. La desconfianza médica es una barrera que no será fácil de resolver, pero si la gente no comienza a hablar y a hacer cambios ahora, los niños de color seguirán sin diagnóstico, sin tratamiento y sin recibir los servicios adecuados para el TDAH.

Para las personas de color con TDAH, estas inequidades médicas crean un desafío primordial: el fracaso en el tratamiento adecuado de uno de los trastornos más tratables de la psiquiatría. Sin conocimiento, apoyo y tratamiento para manejar los síntomas del TDAH, los resultados pueden ser catastróficos.

Estos niños de color crecen no solo enfrentando el racismo y la discriminación que todavía existe en nuestra sociedad, sino que también enfrentan el TDAH no diagnosticado y síntomas que no comprenden. Todos estos factores estresantes pueden llevarlos a problemas adicionales de salud mental y física. Sin un manejo adecuado del TDAH, las posibilidades de éxito en la vida caen precipitadamente.

Pero no tiene que ser así.

Raising awareness of the unique challenges facing people of color with ADHD is one small but important step in addressing this systemic issue. For many individuals, knowing that ADHD explains their struggles can put them on a path to seek help and improve their outcomes. And if the possibility of ADHD is considered more often for children of color, more kids may start to get the help they need to achieve their highest potential.

Addressing bias and confronting stigma is absolutely part of the effort to increase the quality of ADHD care, from diagnosis to treatment, for children and adults of color that have been overlooked.

When the right efforts are made, people of color can begin to receive treatment for their ADHD – and thrive.

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