Comer más frutas y verduras puede llevar a una duración óptima del sueño

28 Mayo 2024 1946
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27 de mayo de 2024

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por Stephanie Baum, Medical Xpress

La buena salud depende de una alimentación saludable y un ejercicio y sueño suficientes. Hay asociaciones claras entre estos componentes; por ejemplo, una buena nutrición proporciona energía para el ejercicio, y muchas personas informan que hacer suficiente ejercicio es importante para su capacidad de dormir suficiente. Entonces, ¿cómo podría la nutrición afectar el sueño?

Un nuevo estudio analiza la conexión entre la ingesta de frutas y verduras y la duración del sueño. La investigación, realizada por un equipo de la Universidad de Helsinki en Finlandia, el Instituto Nacional de Salud y Bienestar y la Universidad de Ciencias Aplicadas de Turku, está publicada en Frontiers in Nutrition.

El sueño da a nuestros cuerpos la oportunidad de descansar y recuperarse de la actividad despierta. Nuestros corazones, vasos sanguíneos, músculos, células, sistemas inmunológicos, habilidades cognitivas y habilidades para crear memoria dependen del sueño regular y saludable para un funcionamiento óptimo, y un estudio de 2019 sugiere que el sueño es importante para reparar el daño del ADN que ocurre durante la vigilia.

El sueño reparador ocurre en 3-5 ciclos nocturnos, cada uno con una duración promedio de 90-120 minutos. Durante cada ciclo, comenzamos con una etapa de sueño de movimiento ocular no rápido (REM), luego pasamos por dos períodos cada vez más profundos de sueño no REM antes de salir de ellos. Nuestro sueño no REM se vuelve cada vez más ligero hasta que alcanzamos una etapa REM, después de la cual comienza un nuevo ciclo, o nos despertamos. Los adultos deben aspirar a dormir de 7 a 9 horas por noche.

Sin embargo, estudios recientes muestran que el insomnio y la menor duración del sueño se están volviendo más comunes entre los adultos. Debido a factores como el estrés, el consumo de comida rápida y los estilos de vida sedentarios, la privación de sueño está surgiendo como un problema de salud pública, vinculado a enfermedades cardiovasculares, capacidad cognitiva disminuida y un aumento en la mortalidad por todas las causas.

En este nuevo estudio, los investigadores querían explorar cómo la duración del sueño podría afectar el consumo de frutas y verduras, y viceversa. También investigaron el role que los cronotipos individuales (preferencias de tiempo de actividad, como mañana o tarde) podrían desempeñar en las elecciones dietéticas y la duración del sueño.

La Organización Mundial de la Salud recomienda que las personas consuman al menos 400 g de frutas y verduras diariamente, mientras que el Consejo de Ministros Nórdicos más reciente recomienda una ingesta más alta, alentando entre 500 g y 800 g de 'verduras, frutas y bayas, con la mitad del consumo proveniente de las verduras.'

Sin embargo, los estudios muestran que los adultos en muchos países no cumplen con la ingesta mínima. Según la nueva investigación, solo el 14% de los hombres finlandeses y el 22% de las mujeres finlandesas consumen el mínimo diario recomendado de 500 g de bayas, frutas y verduras.

El equipo de investigación examinó detalles del Estudio FinHealth Nacional 2017. Un total de 5.043 adultos, de 18 años en adelante (55,9% mujeres; edad media = 55 [DE 16,0]), proporcionaron respuestas detalladas a un cuestionario de 134 preguntas sobre la composición y frecuencia de su ingesta diaria de alimentos habitual en los últimos 12 meses, e informaron sobre sus cronotipos (tendencia a dormir en un cierto momento del día) y la duración típica del sueño en un período de 24 horas.

A partir de estas respuestas, surgieron tres categorías de duración del sueño: corto (menos de 7 horas/día; 21%), normal (7-9 horas/día; 76,1%) y largo (9+ horas/día; 2,9%). Los que duermen poco tuvieron una duración media del sueño de 6 horas; para los que duermen normalmente, la duración media fue de 7.7 horas, y para los que duermen mucho, la duración media fue de 10.1 horas. La mayoría de los participantes (61,7%) se clasificaron como cronotipos intermedios, mientras que el 22,4% especificó que eran de tipo matutino y el 15,9% se identificó como de tipo vespertino.

Los investigadores incluyeron los cronotipos como una covariable de estudio, señalando que muchos estudios no los han incluido como posibles confundidores. Sin embargo, algunas investigaciones muestran que pueden afectar los comportamientos dietéticos. Los investigadores afirman que 'los estudios han demostrado que los cronotipos vespertinos a menudo se asocian con comportamientos dietéticos insalubres, incluyendo una propensión a los hábitos alimenticios relacionados con la obesidad.'

Entre los resultados notables, los que duermen de manera normal mostraron una ingesta más alta que tanto los que duermen poco como los que duermen mucho de frutas y verduras en todos los subgrupos de frutas y verduras. Sin embargo, la ingesta de diferentes tipos de frutas y verduras produjo resultados variados.

The research explains, 'In the vegetable sub-group, significant differences were observed in the consumption of green leafy vegetables, root vegetables and fruit vegetables (e.g., tomatoes, cucumbers), between normal and short sleepers.

'Similarly, for normal vs. long sleepers, significant differences were again noted for green leafy vegetables and fruit vegetables. However, other fresh and canned vegetables such as cabbage, mushroom, onion, peas and beans did not exhibit significant differences.

'In the fruit sub-groups, a significant mean difference was observed in the consumption of berries and other fresh and canned fruits between normal and short sleepers. Conversely, for normal vs. long sleepers, the only significant difference was observed in apple consumption.'

The researchers also observed that categories of sleep duration could indicate, to a minor extent, expected levels of fruit and vegetable intake. This aligns with results from a 2023 study in the International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity that found decreased fruit and vegetable intake among adolescents on the day following a night of short sleep duration.

This new study also found that chronotypes play a minimal role in the connection between intake of fruits and vegetables and sleep duration. The 2023 study had found no linkage between fruit and vegetable intake and chronotypes.

The researchers observe that overall, decreased intake of certain fruits and vegetables is linked to long and short sleep duration. They recommend more specific work in this area for improved insight.

'Targeted interventions focusing on [fruit and vegetable] sub-groups with pronounced associations, such as green leafy vegetables and fruit vegetables can lead to impactful behavior change. Additional research, particularly longitudinal studies, is needed to better understand these associations and their public health implications, especially in regions with similar population structures and dietary patterns to Finland,' they conclude.

© 2024 Science X Network

 


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