¿Los correctores de postura realmente funcionan? Esto es lo que los expertos quieren que sepas.

23 Enero 2024 2516
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Según los expertos, los correctores posturales podrían mitigar las repercusiones de una mala postura.

En los últimos tiempos, la naturaleza del trabajo se ha desplazado hacia la tecnología, lo que ha provocado que muchas personas pasen parte del día encorvadas frente a tabletas, ordenadores o teléfonos.

Independientemente de que no pienses conscientemente en tu postura durante estas actividades laborales, eso no implica que no se vea afectada.

Los estadounidenses gastaron aproximadamente 134 mil millones de dólares entre 1996 y 2016 en remedios para el dolor de cuello y espalda baja atribuido a una mala postura. Estadísticamente, alrededor del 40% de los adultos sufrirán dolor de espalda o problemas posturales en algún momento de sus vidas.

Quizás esa sea la razón del reciente aumento en la popularidad de los correctores de postura.

Estos son dispositivos que se usan encima o debajo de la ropa, diseñados para reposicionar la espalda para aumentar la conciencia de la postura y ajustar los hombros para alinear la columna. La mayoría de los correctores de postura son aparatos ortopédicos o sujetadores deportivos. Sin embargo, otros son dispositivos electrónicos, giroscopios o imanes adheridos a la columna.

Lisa Mitro, DPT, destacó a Salud que la postura correcta es crucial ya que disminuye la tensión indebida en ciertas partes del cuerpo que pueden endurecerse con el tiempo, limitando su movilidad más allá de estar sentado.

Destacó la importancia de corregir una mala postura para garantizar el disfrute de actividades no sedentarias sin restricciones.

Sin embargo, no todos los correctores de postura se fabrican de manera idéntica ni están destinados a todos.

Este artículo destacará lo que debe comprender sobre estos dispositivos de moda y cómo puede mejorar su postura sin un corrector de postura.

Heather Ippolito, profesora de Técnica Alexander y entrenadora de postura, reveló a Health que los correctores de postura, en teoría, podrían servir como recordatorios beneficiosos para trabajar en la postura.

Explicó que no existe un consejo general sobre la postura que se adapte a todos. Un consejo popular es echar los hombros hacia atrás. Sin embargo, muchos clientes luchan por lograr mejoras siguiendo esta guía.

En este escenario, un corrector de postura podría proporcionar la ayuda necesaria.

Cuando los hombros están retraídos, un corrector de postura mejora significativamente la alineación del cuello, lo que reduce la posición de la cabeza hacia adelante que puede facilitar el redondeo de los hombros.

Esta mejora es vital ya que le ofrece un rango más amplio de movimiento del cuello con más estabilidad en comparación con cuando los hombros no están retraídos.

Dicho esto, Ippolito aclaró que estos dispositivos no necesariamente solucionarían todos los problemas relacionados con la mala postura.

Ella cree que, si bien los correctores de postura no son dañinos, no conducirán a cambios duraderos sin que usted comprenda y aborde los patrones individuales que llevaron inicialmente a su mala postura.

Básicamente, los correctores de postura están dirigidos a personas que buscan rectificar problemas posturales menores, según Mitro. Ella recomienda que cualquier persona que padezca escoliosis o dolor de espalda intenso consulte a un profesional médico antes de utilizar un corrector de postura.

Determinar el corrector de postura ideal depende de sus requisitos de soporte específicos.

Una hombrera es excelente para cualquiera que desee mejorar la alineación de su cuello y evitar encorvarse, mientras que una abrazadera de espalda completa es más adecuada para alguien que requiere soporte total desde la base de la columna hasta la parte superior del cuello.

Es fundamental asegurarse de que el corrector de postura se adapte al tamaño de su cuerpo.

Si se decide por un aparato ortopédico físico, debe ajustarse cómodamente y al mismo tiempo permitir el movimiento y la movilidad. Para un corrector digital, debe ajustarse adecuadamente según su altura y peso.

Ippolito también sugiere considerar correctores de postura aprobados por la FDA y abstenerse de usarlos durante todo el día.

Como ella afirmó: "Si opta por un corrector de postura, asegúrese de que le quede perfecto, ni demasiado grande ni demasiado pequeño. Asimismo, recuerde centrarse también en su postura cuando no utilice el corrector. A largo plazo, debe desarrollar los músculos correctos para sostener cualquier modificación postural permanente que desees realizar."

Una mala postura puede provocar problemas más allá del dolor de espalda, por lo que es fundamental priorizar la postura correcta para su salud general.

Ippolito detalló que mantener una postura adecuada adquiere mayor importancia a medida que envejecemos. Ayuda a reducir el dolor de espalda y cuello, mejorar la digestión y aumentar la capacidad respiratoria.

Si bien un corrector de postura puede hacerte más consciente de las malas posturas, existen otras formas de abordar problemas menores de postura.

Por ejemplo, si su empleo implica sentarse en un escritorio todo el día y nota que sus hombros y su cabeza se inclinan hacia adelante, podría ser el momento de reconsiderar el diseño de su oficina. Considere invertir en una estación de trabajo ergonómica que tenga un escritorio de pie o una silla con soporte lumbar resistente y una pantalla de computadora a la altura de los ojos. Este enfoque puede prevenir el dolor de espalda y cuello.

“Lo mejor que puedes hacer cuando estás sentado es cambiar continuamente de posición”, añade Mitro. "Fuera del trabajo, sería beneficioso fortalecer la zona lumbar, la parte media de la espalda y los hombros, así como el core".

Esto incluye ejercicios como yoga, pilates o clases de barra.

Los ejercicios básicos como planchas y abdominales también son buenas opciones, ya que apuntan y fortalecen el abdomen y las caderas, lo que puede ayudar a mantener una postura erguida y firme.

Otras formas de mejorar la postura incluyen mantenerse erguido, moverse a diario y controlar la postura cada 30 minutos, corrigiéndola si es necesario.

Ippolito explicó que si bien el ejercicio y los correctores de postura son excelentes, comprender y luego abordar por qué la postura es mala es clave para mejorarla y encontrar la opción de tratamiento adecuada.

“Entonces, con un corrector de postura, seguramente te recordará que debes tirar de los hombros hacia atrás, pero la postura es una experiencia de cuerpo completo que involucra la cabeza, el cuello, la espalda, las caderas, hasta llegar a estar de pie”, Ippolito. dicho. "Un corrector de postura no solucionará todo eso".


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