Venus podría ser tan volcánicamente activo como la Tierra
El vulcanismo actual en Venus podría ser mucho más generalizado de lo que se creía anteriormente.
Un nuevo análisis de datos decenales de la nave espacial Magellan de la NASA encuentra indicios de flujos de lava fresca ocurriendo en la superficie venusina entre 1990 y 1992, informan los investigadores el 27 de mayo en Nature Astronomy.
"Definitivamente, este es otro paso en el camino para comprender a Venus como un mundo vivo y respiratorio", dice el científico planetario Paul Byrne de la Universidad de Washington en St. Louis, quien no participó en el trabajo.
A pesar de tener casi el mismo tamaño que nuestro propio planeta, Venus durante mucho tiempo se consideró geológicamente muerto. Sin embargo, muchos científicos sospechaban que el gemelo cercano de la Tierra debería tener niveles comparables de calor interno, el principal impulsor de cosas como volcanes y terremotos.
El año pasado, un equipo anunció que habían detectado un cambio de forma en un conducto volcánico y potencialmente derramamiento de lava en los datos de Magellan, la primera evidencia definitiva de tal actividad en nuestro infernal mundo hermano.
El nuevo trabajo sigue un camino similar, buscando en la extensa superficie de Venus - tres veces el área de tierra seca en la Tierra - signos de vulcanismo. En las pendientes occidentales de Sif Mons, un gran volcán en escudo, y Niobe Planitia, una región plana salpicada de conductos volcánicos, las imágenes de radar de Magellan mostraron largas características sinuosas apareciendo entre dos de los pases de la nave espacial sobre el planeta.
El científico planetario David Sulcanese de la Universidad D'Annunzio en Chieti-Pescara, Italia, y sus colegas consideraron la posibilidad de que estos fueran artefactos en los datos del radar o el resultado de cosas como deslizamientos de tierra. Las características seguían la topografía local, lo que sugiere que realmente se estaban derramando sobre la superficie de Venus, y ocurrieron en áreas bastante planas donde no se esperarían deslizamientos de tierra, argumentan los investigadores.
"Pudieron demostrar, creo que de manera convincente, que en estos dos casos los cambios en cómo se ve la superficie en el radar se explican mejor por la existencia de flujos de lava", dice Byrne.
La relativamente baja resolución de los datos de Magellan y la enorme zona terrestre de Venus significa que se necesitó un esfuerzo minucioso para descubrir estos pocos signos de vulcanismo activo. Pero Byrne sospecha que no son los únicos. "Si tuvieras un ejército de personas día tras día revisando toda la superficie, probablemente haya mucho más por descubrir", dice.
Tanto él como los autores del estudio coinciden en que Venus podría tener actualmente tanta actividad volcánica como la Tierra. Se espera que las sondas DAVINCI y VERITAS de la NASA, que se lanzarán en la próxima década, mapeen la superficie venusina con mucho más detalle, lo que facilitará la detección de tales signos.