Estudio vincula la sincronía social y no social con la atracción romántica
6 de julio de 2024 característica
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por Ingrid Fadelli, Medical Xpress
Las relaciones románticas y la atracción entre humanos han sido el foco de numerosos estudios psicológicos y neurocientíficos. Aunque estos estudios han revelado algunos de los procesos neurales y mentales asociados con el vínculo romántico, muchas preguntas sobre sus mecanismos subyacentes siguen sin respuesta.
Investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén llevaron a cabo recientemente un estudio explorando cómo la sincronía fisiológica entre individuos contribuye a su vínculo romántico. Sus hallazgos, publicados en Communications Psychology, sugieren que una mayor sincronía con otra persona puede aumentar la medida en que se percibe como románticamente atractiva.
'Nuestro objetivo era descubrir un mecanismo biológico que impacta la selección de pareja en humanos y cómo la capacidad de sincronizar puede señalar aptitud,' dijo la Dra. Shir Atzil, coautora del documento, a Medical Xpress. 'Hipotetizamos que la capacidad de sincronizar proviene de habilidades sensorimotoras fundamentales y que esta adaptabilidad podría ser percibida como beneficiosa en contextos románticos.'
La idea detrás de este estudio reciente de la Dra. Atzil y sus colegas es que la sincronía fisiológica entre individuos podría contribuir a su atracción mutua. La razón detrás de esto es que estados fisiológicos sincronizados entre dos personas pueden facilitar la regulación de los sistemas corporales, permitiendo en última instancia interacciones más satisfactorias entre ellos.
'Dado que hipotetizamos que el comportamiento social complejo de la sincronía está realmente anclado en características sensorimotoras de dominio general, medimos la capacidad de los participantes para sincronizarse, tanto socialmente, donde medimos la capacidad de sincronía fisiológica de los participantes con sus parejas durante una cita, como en una tarea de sincronización sensorimotora, donde medimos la capacidad de los participantes para sincronizar su toque de dedo con un latido de metrónomo,' explicó la Dra. Atzil.
'También adquirimos calificaciones de atracción para todos nuestros participantes.'
Los investigadores primero realizaron un experimento en línea inicial con 144 participantes. Se pidió a estos participantes que vieran videos cortos en los que un actor masculino y una actriz femenina interactuaban entre sí, exhibiendo una sincronía fisiológica y comportamental baja o alta.
Después de ver este video, se les pidió que calificaran la atractividad de los actores masculinos y femeninos. Además, se les pidió que calificaran cuán atraído pensaban que el actor masculino estaba hacia la actriz femenina, y viceversa. Finalmente, como última pregunta, se les pidió que señalaran cuán sincronizados comportamentalmente creían que estaban los dos personajes en el video.
Los investigadores encontraron que una mayor sincronía entre los actores en los videos aumentó las calificaciones de atractividad proporcionadas por los participantes del estudio. La Dra. Atzil y sus colegas luego realizaron un estudio de seguimiento en persona, involucrando a 48 participantes.
A estos participantes se les pidió interactuar con parejas potenciales en un experimento de citas rápidas. Cada interacción duró cinco minutos y, una vez finalizada, se pidió a los participantes que calificaran la atractividad de la persona con la que acababan de tener una cita y completaran una tarea de toque diseñada para medir su sincronización.
Durante las citas rápidas, los investigadores recopilaron datos fisiológicos de los participantes utilizando un dispositivo portátil llamado Empatica E4. Este dispositivo medía la activación del sistema nervioso simpático, la secreción de sudor y los cambios en la actividad electrodermal.
'Vemos que la capacidad de sincronizar es constante a través de tareas y parejas. Algunas personas son súper sincronizadores, y los súper sincronizadores son consistentemente calificados como más atractivos,' dijo la Dra. Atzil.
En general, los hallazgos recopilados por estos investigadores sugieren que una mayor sincronía fisiológica con otra persona aumenta la medida en que esta persona es percibida como románticamente atractiva. Esta observación confirma su hipótesis inicial, sugiriendo que la sincronía con otros podría tener ventajas evolutivas y cognitivas, lo que podría hacerlos más atractivos como parejas potenciales.