Cómo Prevenir un Ataque al Corazón
Un infarto de miocardio, médicamente conocido como ataque cardíaco, es el resultado de una obstrucción en el torrente sanguíneo que interrumpe el flujo de sangre y oxígeno al corazón. Sin una restauración inmediata de este flujo, el área afectada del corazón comienza a morir debido a la falta de oxígeno. Trágicamente, los ataques cardíacos pueden provocar la muerte sin la intervención adecuada.
El reconocimiento temprano de los síntomas de un ataque cardíaco es clave para una intervención y un tratamiento oportunos. Los síntomas pueden incluir malestar en el pecho, aparición repentina de debilidad, mareos y dificultad para respirar. Si usted o alguien cercano a usted comienza a mostrar signos de un ataque cardíaco, es fundamental que se comunique de inmediato con los servicios de emergencia. Cuanto más rápida sea la reacción, mayor será la probabilidad de recuperación.
La vida no termina después de un infarto. El tratamiento rápido y la atención adecuada pueden permitir que muchas personas sigan llevando una vida satisfactoria. Los ataques cardíacos pueden ser comunes, pero se pueden emplear varios métodos preventivos para mitigar el riesgo de sufrir uno.
Los ataques cardíacos a menudo ocurren cuando el corazón no recibe la cantidad adecuada de sangre enriquecida con oxígeno. Una causa frecuente de ataque cardíaco es la enfermedad de las arterias coronarias, una afección cardíaca que ocurre cuando las arterias coronarias, los vasos responsables de suministrar sangre al corazón, se estrechan debido a la acumulación de una sustancia cerosa conocida como placa. Con el tiempo, estos vasos sanguíneos restringidos pueden provocar dolor en el pecho, dificultades para respirar o una obstrucción que puede provocar un ataque cardíaco.
MINOCA, abreviatura de infarto de miocardio en ausencia de enfermedad arterial coronaria obstructiva, es otro tipo de ataque cardíaco. MINOCA tiende a ser más frecuente en personas que fueron designadas mujeres al nacer, en personas más jóvenes y en ciertos grupos raciales y étnicos como afroamericanos, asiáticoamericanos y latinoamericanos.
Los ataques cardíacos no relacionados con la enfermedad de las arterias coronarias pueden ser inducidos por condiciones alternativas que afectan el corazón. Ciertos factores pueden ponerlo en riesgo de sufrir un ataque cardíaco:
Cabe señalar que la probabilidad de desarrollar una enfermedad cardíaca o sufrir un ataque cardíaco puede aumentar si hay antecedentes de problemas cardiovasculares en la familia. Si tus padres o hermanos han tenido problemas cardíacos, tú también podrías enfrentarlos.
Por ejemplo, si sus hermanos tienen problemas cardíacos, su propio riesgo podría aumentar aproximadamente un 40%. Si sus padres experimentaron problemas cardíacos a una edad temprana, su propio riesgo de sufrir un ataque cardíaco podría aumentar significativamente, hasta entre un 60% y un 75%. Por lo tanto, es importante conocer los antecedentes cardiovasculares de su familia. Este conocimiento puede advertirle sobre posibles problemas cardíacos que podría encontrar en el futuro y brindarle la oportunidad de tomar medidas proactivas para disminuir su riesgo de enfermedad.
Puede emprender varias acciones para rastrear y reducir su riesgo de sufrir un ataque cardíaco. Estos incluyen pruebas y exámenes periódicos, modificaciones en el estilo de vida y, a veces, incluso explorar métodos de medicina complementaria con su proveedor.
Los exámenes físicos regulares o anuales con su proveedor de atención médica son importantes para comprender su estado de salud general. Estos controles implican generalmente controles de factores relacionados con infartos:
Afortunadamente, muchos cambios en el estilo de vida pueden reducir el riesgo de sufrir un ataque cardíaco y contribuir a una vida larga y saludable. Las siguientes estrategias preventivas pueden ayudar:
Algunas investigaciones indican que hierbas como el ginseng y el ginkgo biloba pueden desempeñar un papel en el tratamiento de los problemas cardíacos y la reducción del riesgo de ataque cardíaco. Los resultados preliminares sugieren que estos tratamientos complementarios pueden ser efectivos, pero la falta de investigación suficiente significa que no podemos confirmar definitivamente su seguridad y eficacia. Si desea incorporar terapias complementarias o alternativas a sus estrategias de prevención médicamente aprobadas, consulte con su proveedor de atención médica.
Si tiene una afección preexistente, antecedentes familiares de enfermedades cardíacas u otros factores que podrían aumentar su riesgo de sufrir un ataque cardíaco, puede ser beneficioso discutir abiertamente sus inquietudes o preguntas con su proveedor de atención médica. Su proveedor considerará su historial médico y sus necesidades personales, lo que le permitirá brindarle consejos de salud individualizados. Recuerde que la salud y el cuerpo de cada persona son diferentes, por lo que algo que funciona para otros puede no funcionar para usted.
Al hablar con su proveedor de atención médica, puede asegurarse de que cualquier acción que emprenda para minimizar los riesgos de ataque cardíaco sea segura y personalizada para su salud. Además, si está considerando cambios sustanciales, como una nueva dieta o régimen de ejercicio, o necesita controlar afecciones como la presión arterial alta o el colesterol, es importante buscar orientación profesional para implementar estos cambios de manera efectiva y segura.
Los ataques cardíacos pueden ocurrir cuando una obstrucción en el torrente sanguíneo impide que el corazón reciba suficiente sangre rica en oxígeno para funcionar. Si bien los ataques cardíacos son comunes, hay ciertas cosas que puede hacer para prevenirlos o reducir su riesgo.