Recuerdos temerosos de dolor almacenados en la corteza prefrontal podrían moldear la experiencia del dolor más adelante en la vida.
12 de mayo de 2023 función
Este artículo ha sido revisado de acuerdo con el proceso editorial y las políticas de Science X. Los editores han destacado los siguientes atributos al tiempo que garantizaban la credibilidad del contenido:
- verificado por hechos
- publicación revisada por pares
- fuente confiable
- corrección de pruebas
por Ingrid Fadelli, Medical Xpress
Aunque el dolor y el miedo son experiencias muy diferentes, estudios previos han demostrado que a veces pueden estar estrechamente relacionados entre sí. Por ejemplo, cuando muchos animales y humanos se encuentran en situaciones peligrosas o que amenazan su vida, el miedo agudo puede suprimir su percepción del dolor, permitiéndoles enfocar plenamente su atención en lo que les está sucediendo.
Por el contrario, la investigación ha demostrado que cuando los seres humanos experimentan altos niveles de dolor, pueden crear recuerdos asociativos de miedo a largo plazo que los hacen temer situaciones que asocien con el dolor que sintieron. Estos recuerdos pueden aumentar su sensibilidad al dolor o llevar al desarrollo de patrones de comportamiento perjudiciales destinados a evitar el dolor.
El aumento en la intensidad con la que los animales o los seres humanos perciben el dolor después de experiencias pasadas muy dolorosas podría estar relacionado con su anticipación temerosa del dolor. Sin embargo, los fundamentos neuronales exactos de este proceso aún se comprenden mal.
Investigadores de la Universidad de Heidelberg llevó a cabo recientemente un estudio con el objetivo de comprender mejor qué regiones del cerebro de los ratones almacenan experiencias muy dolorosas y cómo estos recuerdos almacenados pueden afectar futuras experiencias de dolor. Sus resultados, publicados en Nature Neuroscience, sugieren que estos recuerdos se almacenan en la corteza prefrontal, el área que cubre la parte frontal del cerebro de los mamíferos.
Los investigadores realizaron una serie de experimentos en ratones adultos utilizando un método de etiquetado neural y técnicas optogenéticas. Durante estos experimentos, los ratones recibieron pequeñas descargas eléctricas en los pies y se condicionaron a tener miedo de recibir estas descargas nuevamente. El equipo también utilizó técnicas optogenéticas para activar o suprimir diferentes circuitos neuronales en el cerebro de los ratones, para determinar cómo esto afectaría su sensibilidad al dolor.
"Mostramos en ratones que la memoria de miedo asociativo a largo plazo almacenada en engramas neuronales en la corteza prefrontal determina si un episodio doloroso moldea la experiencia del dolor más adelante en la vida", escribieron Alina Stegemann, Sheng Liu y sus colegas en su artículo. "Además, en condiciones de dolor inflamatorio y neuropático, los engramas de miedo prefrontales se expanden para abarcar neuronas que representan la nocicepción y la sensación táctil, lo que lleva a cambios pronunciados en la conectividad prefrontal con las áreas cerebrales relevantes para el miedo. Por el contrario, el silenciamiento de los engramas de miedo prefrontales revierte la hiperalgesia y la alodinia crónicas establecidas".
El reciente trabajo de este equipo de investigadores describe algunos de los mecanismos neuronales que podrían desempeñar un papel en la perpetuación del dolor durante períodos prolongados debido a la formación de recuerdos asociativos temerosos del dolor pasado. Sus hallazgos podrían inspirar el desarrollo de nuevas intervenciones terapéuticas para las manifestaciones de dolor crónico que pueden estar relacionadas con experiencias dolorosas anteriores. Estas intervenciones terapéuticas podrían, por ejemplo, combinar la terapia cognitivo-conductual con fármacos que actúen sobre los circuitos neuronales en la corteza prefrontal.
"Estos resultados revelan que un subconjunto discreto de neuronas de la corteza prefrontal puede explicar la comorbilidad debilitante del miedo y el dolor crónico y muestran que atenuar la memoria de miedo al dolor puede aliviar el dolor crónico en sí mismo", escribieron Stegemann, Liu y sus colegas en su artículo. "Nuestro estudio proporciona evidencia causal para disminuir el dolor patológico al superar el miedo anticipatorio y da un impulso al desarrollo de intervenciones dirigidas a la circuitar prefrontal en individuos con dolor crónico y miedo comórbido".
© 2023 Science X Network