El Inminente Cierre Es Una Prueba Para La Determinación de los Demócratas | Vanity Fair

El viernes por la mañana, la Cámara aprobó una medida provisional para mantener encendidas las luces del gobierno hasta el 21 de noviembre, en una votación principalmente partidista. Pero falló en el Senado más tarde por la tarde cuando los demócratas se opusieron, preparando el escenario para un cierre a fin de mes.
“Nuestros colegas republicanos parecen creer que los estadounidenses están contentos con la dirección de este país”, dijo el líder de la minoría Chuck Schumer el viernes. "Están votando como si pensaran que el status quo es lo suficientemente bueno, a pesar de que han escuchado de tantos de sus electores el miedo al cierre de hospitales, la disminución de la atención médica y el aumento significativo de las primas."
Por supuesto, Schumer parpadeó durante su primer enfrentamiento con la mayoría republicana seis meses atrás, argumentando que un cierre haría más daño que bien y enfureció a otros demócratas que lamentaron que hubiera renunciado al poco poder que tenía. No es el caso esta vez: “La situación es muy diferente,” dijo Schumer a los reporteros el martes.
En marzo, se preocupaba de que Donald Trump y Elon Musk usarían un cierre no solo como un arma política contra los demócratas, sino que lo aprovecharían para consolidar aún más poder. Pero el intento de poder de Trump se está acelerando, y la extrema derecha MAGA ha pasado de acusar a los demócratas de obstrucción a casi considerarlos terroristas después del asesinato de Charlie Kirk en un campus universitario de Utah la semana pasada —un evento que la administración está usando para justificar una represión en “la izquierda”.
Es un momento extraordinariamente peligroso para el país, y tanto progresistas que se opusieron a la capitulación de Schumer en marzo, como figuras más moderadas como Ezra Klein, ahora están advirtiendo que asociarse con los republicanos para mantener el gobierno en funcionamiento sería efectivamente colaborar con un presidente que está utilizando el gobierno “para acosar a sus enemigos, llenarse los bolsillos y consolidar su poder”.
“Moralmente hablando, los demócratas no deberían financiar un gobierno que Trump está convirtiendo en una herramienta de enriquecimiento y poder personal,” escribió Klein a principios de mes. “Unirse a los republicanos para financiar este gobierno es peor que no lograr oponerse. Es complicidad.”
El partido opositor jugó duro este viernes. Pero queda por verse qué sucederá a partir de aquí. Los demócratas, en su propio proyecto de ley de financiamiento, han plantado su bandera en el cuidado de la salud, exigiendo que se extiendan los subsidios de Obamacare y que se reviertan los recortes de Medicaid en el “Gran, Hermoso Proyecto” de Trump. “Es un cierre republicano,” dijo el líder de la minoría de la Cámara, Hakeem Jeffries, en el piso de la cámara baja el viernes. “Estamos luchando por la salud de los estadounidenses.”
Pero los republicanos han dado pocas señales de que cederán en una resolución de continuidad “limpia”. Y no está claro cómo serán las negociaciones en el futuro, con los legisladores de regreso en receso la próxima semana por Rosh Hashaná y el liderazgo del GOP considerando aparentemente extender el descanso hasta fin de mes para presionar a los demócratas, quienes no parecen tener un camino obvio para evitar un cierre: “Creo que lo que estamos tratando de hacer es evitar que las cosas empeoren,” como lo expresó el congresista demócrata Jared Huffman a Politico esta semana. “No creo que la victoria sea algo que esté en las esperanzas y sueños de nadie en este momento."
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