Los numbat están diseñados para retener el calor, lo que hace que el cambio climático sea especialmente arriesgado para los marsupiales.
Los numbats son únicos, ya que son los únicos marsupiales que están activos solo durante el día, momento en el que excavan el suelo y la madera en descomposición en busca de termitas. Estas criaturas, del tamaño de ardillas, se han adaptado para almacenar calor corporal. Sin embargo, este mecanismo de supervivencia puede representar un riesgo para ellos a medida que aumentan las temperaturas globales, sugiere un nuevo estudio.
Los investigadores han descubierto que en días con temperaturas superiores a 23° Celsius (73° Fahrenheit), incluso una breve exposición al sol limita significativamente el tiempo de alimentación de estos marsupiales australianos. El estudio, publicado en el Journal of Experimental Biology el 11 de enero, revela que los entumecidos podrían sobrecalentarse rápidamente al sol, incluso a temperaturas moderadas.
Christine Cooper, fisióloga ambiental de la Universidad Curtin en Perth, Australia, explica que el cambio climático está haciendo que el hábitat de los entumecidos sea más cálido y seco y está provocando olas de calor más intensas. Cooper y su colega Philip Withers de la Universidad de Australia Occidental querían investigar cómo estas temperaturas más altas podrían afectar a los animales y las posibles implicaciones para sus futuros esfuerzos de conservación.
Los numbats (Myrmecobius fasciatus), que alguna vez se encontraron en gran parte del sur de Australia, ahora solo se encuentran en pequeñas poblaciones en la región occidental del país. Su número ha disminuido debido a la pérdida de hábitat y la introducción de depredadores como gatos y zorros rojos. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza considera ahora a este marsupial en peligro de extinción.
Agregar el cambio climático a estos desafíos significa que los entumecidos están cada vez más en riesgo. Se alimentan exclusivamente de termitas y sólo pueden hacerlo durante el día cuando estos insectos están activos. Cooper explica que las termitas proporcionan una dieta baja en calorías, lo que significa que los entumecidos necesitan acumular la mayor cantidad de calor posible para ahorrar energía para los períodos más fríos.
Los investigadores llevaron a cabo un estudio detallado de cómo los cuerpos de los entumecidos se calientan en diferentes entornos. Utilizaron una cámara termográfica para registrar la temperatura de la superficie de los entumecidos en dos reservas naturales cerca de Perth. Durante 2020 y 2021, registraron avistamientos de entumecidos 50 veces, el 62% de los cuales fueron al sol. Estas grabaciones mostraron que algunas partes del cuerpo de un numbat pueden calentarse hasta 35° C o más, lo que indica que los animales se calientan rápidamente al sol.
El equipo extrapoló estos datos para calcular qué tan rápido podría calentarse un entumecido. Cooper explica que cuando las temperaturas superan los 23⁰ C, es posible que los entumecidos solo puedan tolerar el sol durante unos 10 minutos antes de que su temperatura corporal alcance los 40⁰ C, la más alta jamás registrada para un entumecido activo.
La sombra no resuelve completamente el problema. El equipo descubrió que sólo alrededor del 18% del calor absorbido por los entumecidos proviene directamente del sol. El aire caliente y el calor que irradia el suelo también contribuyen a calentar a los animales. En condiciones de calor extremo, incluso la sombra puede calentarse demasiado para que los entumecidos funcionen correctamente y cacen termitas. Aún no está claro hasta qué punto estos animales pueden adaptarse al aumento de las temperaturas.
A pesar de estos desafíos, los entumecidos posiblemente podrían ajustar sus horarios de alimentación más temprano y más tarde en el día. Sin embargo, según Cooper, si las temperaturas alcanzan niveles extremos, es posible que los entumecidos no tengan suficientes horas de luz para alimentarse, y es poco probable que sobrevivan si tienen que hacerlo durante la noche. A medida que cae la noche, las termitas se sumergen más profundamente y se vuelven inaccesibles, y los entumecidos enfrentan más riesgos por parte de los depredadores.
El siguiente paso crucial en la investigación es comprender cómo una disminución en la caza de termitas debido al calor extremo puede afectar la supervivencia o reproducción de los entumecidos, dice Eric Riddell, biólogo de cambio global de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill. Esto puede ayudar a establecer vínculos claros entre la cantidad de calor que el animal puede tolerar y su capacidad para sobrevivir.