La primera impresión de Jill Biden de Joe Biden: ¿Cuadrado en un traje? | Vanity Fair
Por Kenzie Bryant
El trabajo de ser primera dama nunca termina, sin importar lo que esté sucediendo en el mundo. La Dra. Jill Biden estuvo recaudando fondos esta semana en el Club Lotos en el Upper East Side de Manhattan, y trajo consigo un cuento clásico de chico conoce a chica.
Hablando con los presentes, la primera dama contó su romance temprano con su esposo. "Era la década de los 70", dijo, ambientando la escena, según Page Six. "... Era Vietnam, cuentas de amor, derechos iguales. Llevaba mi cabello hasta la mitad de la cintura, al igual que la mayoría de los hombres con los que salía... ¿Recuerdas lo que llevabas puesto entonces? Zuecos, pantalones acampanados, tintes de colores".
La Dra. Biden está invocando el movimiento contra la guerra para hacer un punto aquí, principalmente que su ahora esposo era un inadaptado. Él la invitó a una cita "de la nada" (fue una cita a ciegas orquestada por el hermano de Biden, como el presidente le dijo previamente a Drew Barrymore). "Esa noche, un apuesto joven senador apareció en mi puerta", dijo. "Le eché un vistazo a su traje perfecto y a sus mocasines de cuero y pensé, ¡Gracias a Dios que es solo una cita!"
"Bueno, una cita eventualmente se convirtió en una propuesta de matrimonio", agregó según Page Six. "Y bueno, si estoy siendo completamente honesta, fueron cinco propuestas, porque esto no estaba en mis planes".
La Sra. Biden mencionó que había muchas cosas que considerar, especialmente porque el entonces senador era viudo y también había perdido a una hija, y estaba criando a dos niños, Hunter y Beau. "Así que eventualmente me di cuenta de que mi amor por Joe y los niños superaba cualquier miedo que tuviera, y dije que sí. Y aquí estamos 46 años después", dijo.
Como le dijo a Barrymore, en la quinta vez, había regresado de Sudáfrica, donde había estado "tratando de ver a Nelson Mandela". Recordó: "Dije: 'Te estoy preguntando una vez más'. Dije: 'No tienes que decir cuándo, sino si. Si dices que no, lo entiendo y eso es todo'. La miré y le dije: '¿Te quieres casar conmigo?' Ella dijo: 'De acuerdo'. Te lo juro por Dios".