Cómo crear una rutina de autocuidado para la enfermedad de Crohn.
La enfermedad de Crohn es un tipo de enfermedad inflamatoria intestinal (EII), que causa inflamación crónica en tu tracto gastrointestinal (GI), en cualquier parte desde la boca hasta el ano (o el final del tracto digestivo donde se expulsa la materia fecal).
Los síntomas de la enfermedad de Crohn son a menudo incómodos y pueden incluir dolor abdominal, diarrea, pérdida de peso involuntaria, fatiga y dolor en las articulaciones, entre otros. Vivir con esta condición puede sentirse difícil y estresante. Sin embargo, desarrollar una rutina de autocuidado para ayudarte a manejar la enfermedad de Crohn es una forma importante de reducir tus síntomas, disminuir la frecuencia de los brotes y mejorar tu calidad de vida.
Una rutina de autocuidado es un conjunto de acciones regulares que te ayudan a cuidarte y mantener tu salud física, mental y espiritual. Si tienes la enfermedad de Crohn, el autocuidado también implica reconocer y evitar desencadenantes, manejar tus síntomas y buscar atención médica cuando necesites apoyo.
Los síntomas de la enfermedad de Crohn pueden limitar tu capacidad para funcionar en el trabajo o la escuela, interferir en tus actividades sociales y relaciones, y afectar tu bienestar emocional. Tener una rutina de autocuidado para la enfermedad de Crohn puede ayudarte a:
La enfermedad de Crohn afecta a cada persona de manera un poco diferente. Tus síntomas no siempre serán los mismos que los de otra persona que también tiene la enfermedad de Crohn. Del mismo modo, una rutina de autocuidado para la enfermedad de Crohn no es idéntica para todos los que viven con esta condición. Lo más importante es encontrar una rutina que funcione para ti.
Una parte esencial de tu plan de tratamiento es tomar los medicamentos que te ha recetado tu médico. Tus medicamentos pueden ayudarte a prevenir los brotes, reducir el dolor y disminuir tu riesgo de complicaciones.
Si tienes dificultades para recordar cuándo tomar tus medicamentos, considera los siguientes consejos para mantener el ritmo:
Una dieta equilibrada para la enfermedad de Crohn generalmente incluye verduras, frutas, proteínas magras y granos enteros. Pero debido a que la enfermedad de Crohn inflama tu sistema digestivo, también es importante identificar qué alimentos desencadenan tus síntomas y evitar estos desencadenantes.
Muchas personas encuentran que pueden comer una mayor variedad de alimentos cuando están en remisión (un período de pocos o ningún síntoma) que durante un brote (un período de síntomas activos de la enfermedad de Crohn). Algunas personas con esta condición también señalan que comer pequeñas comidas a lo largo del día y evitar tener el estómago vacío puede ayudar a mantener los síntomas a raya.
Existen dietas especiales que pueden ayudar a reducir los brotes o los síntomas. Muchos nutricionistas recomiendan probar una dieta baja en FODMAP (fermentable oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles), que son azúcares que tu intestino delgado no absorbe bien. La dieta baja en FODMAP tiene como objetivo reequilibrar la flora normal (o las bacterias buenas) de tus intestinos.
Ten en cuenta: esta no es una lista exhaustiva, pero lo siguiente incluye algunos alimentos que debes evitar mientras sigues la dieta baja en FODMAP:
Es importante tener en cuenta que no existe una dieta ideal para todos los que viven con la enfermedad de Crohn. Antes de comenzar esta dieta, habla con tu médico de atención primaria, nutricionista o dietista para aprender qué plan de alimentación es el adecuado para ti. Es posible que te recomienden otros planes de alimentación, como:
La deshidratación ocurre cuando tu cuerpo no tiene suficiente agua en su sistema. No beber suficiente agua puede empeorar tus síntomas. Además, muchas personas con la enfermedad de Crohn experimentan episodios frecuentes de diarrea, lo que también puede provocar deshidratación. Para reponerte, beber abundante agua es útil y también puede:
Los desencadenantes son cosas que empeoran los síntomas. Además de los alimentos, los desencadenantes también pueden incluir ciertos medicamentos, el estrés y la falta de sueño. Por ejemplo, tu médico puede recomendarte que tomes Tylenol (acetaminofeno) para el dolor en lugar de medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) como Advil (ibuprofeno), que pueden desencadenar un brote. Tu médico también te animará a dejar de fumar, ya que el tabaco puede empeorar un brote.
Si no estás al tanto de tus desencadenantes, considera llevar un seguimiento de tu dieta, actividades, comportamientos y síntomas en tu teléfono o en un diario para identificar patrones. Haz un seguimiento de:
Además de hacer una lista de estas actividades, también lleva un registro de los síntomas que experimentas después de realizar estas actividades y comportamientos. Esta práctica puede ayudarte a identificar tus desencadenantes y aprender a evitarlos para poder reducir tus brotes.
El estrés es la respuesta emocional y física de tu cuerpo ante la presión, la tensión y las amenazas. Es probable que hayas experimentado estrés antes cuando alguien o algo te ha preocupado o te ha hecho sentir irritable, frustrado, nervioso o enojado. Si bien las causas subyacentes del estrés pueden diferir de una persona a otra, estas son algunas fuentes comunes:
While some stress is normal, persistent or chronic (long-term) stress can harm your health, trigger inflammation, and worsen Crohn's disease symptoms. Every person's stress management practices can look different. Here are some things to try adding to your toolbox:
Getting plenty of sleep helps your body recover, manage stress, improve thinking, boost mood, and support a healthy immune system. All of these benefits can help keep symptoms of Crohn's disease at bay. If you have difficulty sleeping, consider adjusting some aspects of your sleep hygiene, which include:
Moving your body and participating in some type of exercise throughout the week is essential for your body to function the way it should. Some benefits of physical activity include:
Exercise does not have to be extreme to be beneficial. Mild to moderate activity that you can do consistently is the key. Walking can be a great option because you can do it at home on a walking pad or treadmill. You can also walk outside but stick close to your home in case you need to use the restroom urgently. Other activities include swimming, yoga, biking, or dancing.
Finding joy is important for the maintenance of your emotional and mental health. This is especially true when you're trying to navigate life with a chronic condition. How you take care of yourself is a personal decision, but some activities to try may include:
There may be times when, despite your best efforts, you still don’t feel well. Having a solid support system to offer emotional care, help you with practical daily activities, and understand when you must cancel plans at the last minute is essential.
A social support system might include family, friends, partners, neighbors, babysitters, petsitters, or housekeepers. Your healthcare team, such as your primary care provider, gastroenterologist (a doctor who specializes in digestive system diseases), nutritionist, dietician, and therapist also make up your support system. Keep people that you trust in your corner to support you on the good days and care for you during the challenging ones.
Additionally, support groups can help you feel less alone and connect with others who understand what it's like living with Crohn's disease. The Crohn’s and Colitis Foundation offers a support group directory to help you find a local or virtual group.
Preparing for outings or unexpected situations can help you maintain an active social life and make leaving your home a bit more peaceful and comfortable. One way to do this is to know where the nearest bathrooms are where you are going or identify where you can stop to use the restroom on the way to work or school.
When going out to eat, pick a menu option before you go. Consider keeping a non-perishable snack with you (in case you can’t find non-triggering food options) and carry a bottle of water.
If you or your child attends school, talk with the teachers or school nurse so they can be of support during a flare-up. Ask to sit near the exit in the classroom and consider a private signal for your teacher so they know you need to use the restroom. You can download this guide from the Crohn's and Colitis Foundation if you aren’t sure how to talk to them.
In addition, consider an emergency kit that includes:
Regular follow-ups and communication with a healthcare provider can help you better manage Crohn's disease. Consider trackers or planners to help you remember your medications, allergies, and appointments. If you have any concerns, doubts, or questions, don’t hesitate to contact a healthcare provider. Keep notes and a list of questions to take to your healthcare appointments.
It's also important to notify your healthcare provider if you:
Additionally, seek care from your provider if you experience:
Crohn's disease can be challenging to manage. Your condition may prohibit you from carrying out daily tasks, staying socially connected, and performing well at work or school. Fortunately, alongside your formal treatment plan, self-care strategies can help you reduce Crohn's disease symptoms and take care of your emotional well-being.
In addition to following medical treatment, self-care also includes eating a balanced diet, drinking plenty of water, avoiding triggers, managing stress, moving your body, getting enough sleep, preparing for outings, and keeping a strong social support system by your side. These strategies won't cure your condition, but they can help you improve your overall quality of life.