Cómo los colibríes vuelan a través de espacios demasiado estrechos para sus alas.

10 Noviembre 2023 2047
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Los colibríes son famosos por su capacidad para realizar acrobacias aéreas, demostrando patrones de vuelo únicos que les permiten volar boca abajo y hacia atrás. Un estudio reciente que utiliza videos de alta velocidad ha revelado una nueva dimensión en sus habilidades de vuelo, mostrando que los colibríes son capaces de atravesar espacios más estrechos que la envergadura de sus alas, utilizando ciertas maniobras aéreas.

A diferencia de otras aves que pueden doblar sus alas a la altura de la muñeca para moverse a través de una densa vegetación, los colibríes demuestran menos flexibilidad en el movimiento de sus alas. Para navegar a través de espacios estrechos, los colibríes, debido a que sus alas sobresalen directamente de sus cuerpos, recurren a algunas maniobras intrincadas.

Un estudio reciente, publicado el 9 de noviembre en el Journal of Experimental Biology, ha demostrado que los colibríes de Anna (Calypte anna) vuelan de lado para moverse a través de espacios demasiado pequeños para sus alas inflexibles. Para evitar cortar los lados de un agujero por el que atraviesan, las aves baten sus alas mientras mantienen su camino a través de espacios reducidos, en lugar de emplear todo su rango de aleteo. Después de algunos intentos exitosos a través de un obstáculo, los pájaros alteran su estrategia para aplastar sus alas contra sus cuerpos y lanzarse a través de las aberturas como una bala.

"Esta revelación ofrece una nueva visión de las fenomenales capacidades de los colibríes", dice Bret Tobalske, biomecánico de la Universidad de Montana en Missoula, que no participó en este estudio. Considera que sus hallazgos, que destacan la singular maniobra de vuelo lateral, son "bastante extraordinarios", lo que demuestra una vez más cuán especiales son los colibríes entre las variedades de aves.

Esta investigación podría ayudar a los ingenieros a diseñar drones o robots capaces de navegar en espacios intrincadamente reducidos. Destacados por su destreza en el control de vuelo y su excelente memoria espacial, los colibríes ofrecen a los ingenieros una gran fuente de inspiración. Sin embargo, como señaló Bo Cheng, ingeniero mecánico de Penn State que no participó en el estudio, la tecnología de los drones aún no ha alcanzado la competencia de vuelo observada en los colibríes. El batir de alta velocidad de las alas de un colibrí (aproximadamente 40 latidos por segundo para el colibrí de Anna) les proporciona un control preciso durante el vuelo, una capacidad que la ingeniería aún está tratando de replicar.

La rigidez de las alas de los colibríes llevó al biólogo Marc Badger a preguntarse cómo estos pequeños pájaros afrontan los obstáculos y los espacios reducidos. Mientras era estudiante de doctorado en la Universidad de California, Berkeley, observó a las veloces aves consumiendo néctar de los comederos y ocasionalmente persiguiéndose entre sí a través de las ramas de los arbustos cercanos sin lesiones visibles. Esta observación lo llevó a cuestionar el secreto detrás de esta habilidad.

A lo largo de su investigación, Badger y su equipo capturaron cuatro colibríes macho de Anna en la naturaleza y los aclimataron para volar entre dos comederos dentro de un área de vuelo cerrada. El equipo introdujo obstáculos con una abertura de entre 6 y 12 centímetros de diámetro, equivalente a aproximadamente la mitad o la envergadura completa de un colibrí, una vez que las aves se acostumbraron al nuevo entorno.

A simple vista, los colibríes que se mueven entre los comederos pueden parecer figuras borrosas en la pantalla de una computadora que rastrea el área, según Badger, quien actualmente trabaja como ingeniero en Aescape, una empresa de robótica terapéutica con sede en la ciudad de Nueva York. Sin embargo, las cámaras de alta velocidad colocadas a un lado y debajo del agujero revelaron que las aves, inicialmente, utilizaron una técnica de vuelo lateral para navegar a través de espacios reducidos, y finalmente cambiaron a sumergirse a través del agujero.

"El movimiento lateral fue una revelación sorprendente", comentó Robert Dudley, fisiólogo de la Universidad de California en Berkeley. Había asumido que los colibríes recurrirían a la estrategia balística, juntando las alas contra el cuerpo, como hacen la mayoría de los pájaros cantores. "Ver que reducen su velocidad y luego mantienen su altitud mientras se mueven hacia los lados fue un comportamiento inesperado que nunca antes se había visto", añadió.

Se desconoce si estas técnicas de navegación se aprendieron durante el curso del estudio o si los colibríes utilizaron estrategias inherentes, dice Badger. Observó que las cuatro aves comenzaron con la técnica de vuelo lateral antes de pasar al método de bala, lo que sugiere que estas tácticas probablemente también se utilicen en la naturaleza.

Las razones exactas por las que los colibríes podrían emplear cualquiera de estas técnicas es otra área que necesita mayor exploración. Según Badger, la técnica de vuelo lateral podría proporcionar flexibilidad para mantenerse alejado de los depredadores que se esconden detrás de los obstáculos. Sin embargo, existe una desventaja, ya que el aleteo continuo de las alas puede hacer que las plumas golpeen objetos y posiblemente se rompan. "Mi teoría", dice Badger, "es que primero se imaginan lo que les espera y comprenden su entorno, momento en el que cambian al método más balístico para evitar peligros potenciales".


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