¿Los simios tienen sentido del humor? Un estudio demuestra que los grandes simios se burlan juguetonamente entre sí.
13 de febrero de 2024
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por Max Planck Society
Los bebés se burlan de manera juguetona de otros tan jóvenes como a los ocho meses de edad. Dado que no se requiere lenguaje para este comportamiento, es posible que haya comportamientos similares de burla juguetona en animales no humanos.
Ahora, biólogos cognitivos y primatólogos de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA, EE. UU.), el Max Planck Institute of Animal Behavior (MPI-AB, Alemania), la Universidad de Indiana (IU, EE. UU.) y la Universidad de California San Diego (UCSD, EE. UU.) han documentado la burla juguetona en cuatro especies de grandes simios.
Al igual que el comportamiento de las bromas en los humanos, la burla de los simios es provocativa, persistente e incluye elementos de sorpresa y juego. Debido a que las cuatro especies de grandes simios utilizan la burla juguetona, es probable que los requisitos previos para el humor se hayan desarrollado en la línea de evolución humana hace al menos 13 millones de años.
Las bromas son una parte importante de la interacción humana que se basa en la inteligencia social, la capacidad de anticipar acciones futuras y la capacidad de reconocer y apreciar la violación de las expectativas de los demás. La burla tiene mucho en común con las bromas, y la burla juguetona puede verse como un precursor cognitivo de las bromas.
Las primeras formas de burla juguetona en los seres humanos aparecen incluso antes de que los bebés pronuncien sus primeras palabras, a partir de los ocho meses de edad. Las primeras formas de burla son provocaciones repetitivas que a menudo implican sorpresa. Los bebés se burlan de sus padres ofreciendo y retirando objetos de manera juguetona, violando reglas sociales (la llamada no conformidad provocativa) y perturbando las actividades de los demás.
En un estudio publicado en Proceedings of the Royal Society B, científicos de la Universidad de California Los Ángeles, el Max Planck Institute of Animal Behavior, la Universidad de Indiana y la Universidad de California San Diego (Isabelle Laumer, Sasha Winkler, Federico Rossano y Erica Cartmill) presentan evidencia de la burla juguetona en las cuatro especies de grandes simios: orangutanes, chimpancés, bonobos y gorilas.
'Los grandes simios son excelentes candidatos para la burla juguetona, ya que están estrechamente relacionados con nosotros, participan en el juego social, muestran risas y tienen una comprensión relativamente sofisticada de las expectativas de los demás', dice Isabelle Laumer (UCLA/MPI-AB), investigadora posdoctoral y autora principal del estudio.
El equipo analizó interacciones sociales espontáneas que parecían ser juguetonas, ligeramente molestas o provocativas. Durante estas interacciones, los investigadores observaron las acciones, movimientos corporales, expresiones faciales del burlón y cómo respondían los objetivos de la burla. También evaluaron la intencionalidad del burlón buscando evidencia de que el comportamiento estaba dirigido a un objetivo específico, que persistía o se intensificaba, y que los burlones esperaban una respuesta del objetivo.
Los investigadores descubrieron que los orangutanes, los chimpancés, los bonobos y los gorilas participaban en comportamientos provocativos de forma intencional, frecuentemente acompañados de características propias del juego. Identificaron 18 comportamientos distintos de burla. Muchos de estos comportamientos parecían utilizarse para provocar una respuesta, o al menos para llamar la atención del objetivo.
'Era común que los burlones agitaran o movieran repetidamente una parte del cuerpo u objeto en el campo de visión del objetivo, le golpearan o le tocaran, miraran de cerca su rostro, interrumpieran sus movimientos, le jalaran el pelo o realizaran otros comportamientos que eran extremadamente difíciles de ignorar para el objetivo', explica Erica Cartmill, profesora de UCLA e IU, y autora principal del estudio.
Aunque la burla juguetona tomó muchas formas, los autores señalan que difiere del juego en varios aspectos. 'La burla juguetona en los grandes simios es unilateral, proviene principalmente del burlón a lo largo de toda la interacción y rara vez es recíproca', explica Cartmill.
'Los animales también rara vez utilizan señales de juego como la "cara de juego" de los primates, que es similar a lo que nosotros llamamos una sonrisa, o gestos de "agarrar" que señalen su intención de jugar'.
La burla juguetona ocurre principalmente cuando los simios están relajados y comparte similitudes con los comportamientos en los humanos. 'Al igual que la burla en los niños, la burla juguetona de los simios implica provocación unilateral, espera de respuesta en la que el burlón mira directamente al rostro del objetivo después de una acción de burla, repetición y elementos de sorpresa', explica Laumer.
Los investigadores notaron que Jane Goodall y otros primatólogos de campo habían mencionado comportamientos similares que ocurren en los chimpancés hace muchos años, pero este nuevo estudio es el primero en estudiar sistemáticamente la burla juguetona.
'From an evolutionary perspective, the presence of playful teasing in all four great apes and its similarities to playful teasing and joking in human infants suggests that playful teasing and its cognitive prerequisites may have been present in our last common ancestor, at least 13 million years ago,' explains Laumer.
'We hope that our study will inspire other researchers to study playful teasing in more species in order to better understand the evolution of this multi-faceted behavior. We also hope that this study raises awareness of the similarities we share with our closest relatives and the importance of protecting these endangered animals.'
Journal information: Proceedings of the Royal Society B
Provided by Max Planck Society