Donald Trump quiere convertir al mundo en un meme de derecha | Vanity Fair
Donald Trump pasa mucho de su tiempo en línea. Pero hay días en los que sus publicaciones son tan frenéticas y prolíficas que llegan a ser noticia. El miércoles fue uno de esos días: El republicano que busca el cargo más poderoso en el país publicó una tras otra en sus páginas Truth Social y X, amplificando ataques groseros contra Kamala Harris y pidiendo la encarcelación de sus antagonistas.
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Trump ha parecido estar agitado desde que Harris reemplazó a Joe Biden en lo más alto de la boleta, sacudiendo la carrera hacia la Casa Blanca y poniéndolo en aprietos en estados clave. ¿Pero qué lo puso tan alterado esta semana? La acusación especial del fiscal especial Jack Smith presentó el caso de interferencia en las elecciones que podría poner los esfuerzos del candidato del GOP por subvertir el proceso democrático de nuevo en primer plano este otoño, y posiblemente agregar a su historial delictivo. En una serie de mensajes en redes sociales el miércoles, Trump falsamente denunció el caso de Smith como la verdadera "interferencia electoral" que se está perpetrando en su contra por parte de Harris y Biden. "¡Esto no debería estar ocurriendo en América!" escribió, pidiendo que se deseche el caso y que se elimine la orden de silencio parcial en su caso de pagos de silencio en Nueva York—donde fue encontrado culpable de 34 cargos y enfrenta sentencia el próximo mes.
Trump también pasó tiempo el miércoles compartiendo publicaciones que promovían la teoría de la conspiración QAnon, sugiriendo sin fundamentos que Harris, Biden, Smith, Barack Obama y otros deberían ser encarcelados, e insinuando que su oponente demócrata intercambió favores sexuales para avanzar en su carrera. Este tipo de comportamiento bochornoso y antidemocrático parece poco probable que le ayude en el mundo real. Pero su escandalosidad podría servirle bien en otro ámbito: "ESTAMOS DOMINANDO [A HARRIS] EN REDES SOCIALES," publicó Trump el miércoles. "LA ESTAMOS DERROTANDO 'COMO UN TAMBOR," continuó, ASÍ COMO LA DERROTAREMOS EL 5 DE NOVIEMBRE."
Es una línea reveladora: A pesar del lenguaje de memes y la habilidad en redes sociales de la campaña de Harris, Trump sigue siendo el candidato en línea. Se ha dicho que Trump llegó a la Casa Blanca en 2016 mediante sus publicaciones—y, a lo largo de su vida política, las redes sociales no solo influenciaron su pensamiento sino que también fueron una herramienta que utilizó para controlar los ciclos de noticias, saldar cuentas e incluso instigar una insurrección. Pero su candidatura para 2024 parece estar aún más impregnada en la cultura en línea de extremistas de extrema derecha: Su compañero de fórmula, JD Vance, está obsesionado con que otras personas no tengan hijos. Mientras tanto, Trump ha aceptado a figuras como Elon Musk, quien considera a X como una plaza digital en vez de la cloaca debajo de ella que acumula todo tipo de basura inútil y lodo tóxico. Y su administración, si gana, probablemente incluiría figuras como Vivek Ramaswamy, cuya defensa en nombre de Trump a menudo se reduce a trucos en redes sociales.
Por supuesto, "destruir" a alguien en redes sociales no es lo mismo que destruirlos en la vida real—y mientras el autodenominado "Presidente Crypto" Trump vende tarjetas de intercambio NFT y alaba en Truth Social, Harris y Tim Walz tienen un caso convincente para presentar a personas reales sobre cosas que realmente importan: sus derechos, su economía, su democracia y, por supuesto, un futuro en el que no necesiten escuchar las publicaciones compulsivas de Trump.
