Desbloqueo del "backdoor" del oído: Un descubrimiento inesperado abre nuevas posibilidades para la restauración auditiva.

06 Septiembre 2023 2488
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Investigadores han desarrollado un nuevo método para administrar terapia génica a través del líquido cefalorraquídeo para restaurar el oído en ratones sordos mediante la reparación de las células ciliadas del oído interno. Este descubrimiento, posible gracias al flujo natural de líquido en el cerebro y a una entrada indirecta en la cóclea, puede ser un gran avance hacia la restauración de la audición en seres humanos mediante terapia génica.

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Un equipo internacional de investigadores ha desarrollado un nuevo método para administrar medicamentos al oído interno. Este avance ha sido posible gracias a la circulación natural de líquidos en el cerebro y al uso de una entrada poco conocida en la cóclea. Utilizando este enfoque para administrar terapia génica que repara las células ciliadas del oído interno, los científicos lograron restaurar la audición en ratones sordos.

"Estos hallazgos demuestran que el transporte de líquido cefalorraquídeo proporciona una ruta accesible para la administración de genes al oído interno de adultos y puede representar un paso importante hacia el uso de terapia génica para restaurar la audición en seres humanos", dijo Maiken Nedergaard, MD, DMSc, autor principal del nuevo estudio, que fue publicado en la revista Science Translational Medicine.

Nedergaard es co-directora del Centro de Neurología Translacional en la Universidad de Rochester y la Universidad de Copenhague. El estudio fue el resultado de una colaboración entre investigadores de ambas universidades y un grupo liderado por Barbara Canlon, Ph. del Laboratorio de Audiología Experimental del Instituto Karolinska en Estocolmo, Suecia.

Se espera que el número de personas en todo el mundo con pérdida auditiva leve a completa aumente a alrededor de 2.5 mil millones para mediados del siglo. La causa principal es la muerte o pérdida de función de las células ciliadas en la cóclea, las cuales son responsables de transmitir los sonidos al cerebro, debido a mutaciones genéticas críticas, envejecimiento, exposición al ruido y otros factores.

Aunque las células ciliadas no se regeneran naturalmente en humanos y otros mamíferos, las terapias génicas han mostrado promesa y en estudios separados han reparado con éxito la función de las células ciliadas en ratones neonatos y muy jóvenes. Sin embargo, a medida que tanto los ratones como los seres humanos envejecen, la cóclea, que ya es una estructura delicada, queda encerrada en el hueso temporal. En este punto, cualquier esfuerzo por llegar a la cóclea y administrar terapia génica a través de cirugía representa el riesgo de dañar esta área sensible y alterar la audición.

En el nuevo estudio, los investigadores describen un pasaje poco conocido hasta la cóclea llamado acueducto coclear. Aunque el nombre evoca imágenes de arquitectura de piedra monumental, el acueducto coclear es un canal óseo delgado no más grande que un solo cabello. Se sospecha que juega un papel en el equilibrio de la presión en el oído, y un nuevo estudio muestra que el acueducto coclear también actúa como un conducto entre el líquido cefalorraquídeo del oído interno y el resto del cerebro.

Los científicos están desarrollando una imagen más clara de la mecánica del sistema gliomático, el proceso único del cerebro para eliminar los desechos, descrito por primera vez por el laboratorio de Nedergaard en 2012. Debido a que el sistema gliomático bombea líquido cefalorraquídeo profundamente en el tejido cerebral para eliminar las proteínas tóxicas, los investigadores lo han considerado como un nuevo método potencial para administrar medicamentos al cerebro, un desafío importante en el desarrollo de medicamentos para trastornos neurológicos.

Además, los investigadores también han descubierto que el complejo movimiento de los fluidos impulsado por el sistema gliomático se extiende a los ojos y al sistema nervioso periférico, incluyendo el oído. El nuevo estudio representó una oportunidad para poner a prueba el potencial de entrega de medicamentos del sistema gliomático, al mismo tiempo que se apuntaba a una parte anteriormente inalcanzable del sistema auditivo.

Utilizando varias tecnologías de imágenes y modelado, los investigadores lograron desarrollar un retrato detallado de cómo el fluido de otras partes del cerebro fluye a través del acueducto coclear y llega al oído interno. El equipo luego inyectó un virus adenoasociado en el cisterna magna, un gran reservorio de líquido cefalorraquídeo ubicado en la base del cráneo. El virus encontró su camino hacia el oído interno a través del acueducto coclear y administró una terapia génica que expresa una proteína llamada transportadora vesicular de glutamato-3, que permite que las células ciliadas transmitan señales y recuperen la audición en ratones sordos adultos.

"Esta nueva ruta de administración al oído puede no solo servir al avance de la investigación auditiva, sino también resultar útil cuando se traduce a seres humanos con pérdida auditiva progresiva de origen genético", dijo Nedergaard.


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