Los anillos helados de Saturno probablemente están calentando su atmósfera, dándole un resplandor ultravioleta.
Los anillos que hacen de Saturno todo un espectáculo probablemente están calentando su atmósfera y haciéndola brillar en longitudes de onda ultravioleta.
Los investigadores detectaron un exceso de emisión ultravioleta en el hemisferio norte de Saturno que proviene de átomos de hidrógeno. La emisión, conocida como radiación Lyman-alpha, se debe probablemente al hielo de agua, que contiene hidrógeno, cayendo a la atmosfera desde los anillos del planeta, proponen los investigadores el 30 de marzo en la revista Planetary Science Journal.
La detección de una emisión similar desde un mundo distante podría algún día llevar al descubrimiento de un planeta similar a Saturno orbitando otra estrella.
La clave del descubrimiento vino después de que dos naves espaciales, el telescopio espacial Hubble y Cassini, observaron Saturno simultáneamente en 2017, justo antes de que Cassini se sumergiera en la atmósfera del planeta, dijo Lotfi Ben-Jaffel, astrofísico del Institut d'Astrophysique de Paris.
Esto permitió Ben-Jaffel y sus colegas calibrar los detectores ultravioleta en esas naves espaciales, así como los detectores en Voyager 1 y 2, que pasaron por Saturno en 1980 y 1981, y el International Ultraviolet Explorer, un satélite en órbita terrestre que también observó a Saturno. Comparar estas observaciones ultravioleta reveló una banda de radiación excesiva de Lyman-alpha que abarca de 5° a 35° de latitud norte en Saturno.
La explicación de los investigadores para el resplandor ultravioleta adicional es plausible, dice Paul Estrada, un científico planetario del Ames Research Center de la NASA en Moffett Field, California, que no participó en el nuevo trabajo.
"Sabemos que el material está cayendo desde los anillos", dice, porque Cassini lo detectó durante la espiral de la nave hacia Saturno (SN: 12/14/17). "Los anillos son predominantemente de hielo de agua. Puede ser la fuente del hidrógeno atómico" que emite la radiación Lyman-alpha que los investigadores han detectado, dice.
Cuando las partículas anillares heladas caen en la atmósfera de Saturno, llevan energía cinética con ellas. "Tienen que liberar esa energía al gas circundante", dice Ben-Jaffel, y esa energía calienta la atmósfera. Cuando las partículas heladas se vaporizan, liberan energía adicional, calentando aún más la atmósfera y haciéndola brillar en longitudes de onda UV. Los investigadores sospechan que la emisión también aparece en el hemisferio sur del planeta.
Todos los planetas gigantes de nuestro sistema solar tienen anillos, pero solo los de Saturno son tan brillantes y hermosos. Los astrónomos aún no saben si alguno de los miles de mundos encontrados orbitando otras estrellas tiene anillos igualmente magníficos.
El nuevo descubrimiento podría ayudar a los astrónomos a identificar esos mundos con anillos espectaculares, si es que existen. Los futuros buscadores de planetas podrían buscar el distintivo resplandor ultravioleta de la radiación Lyman-alpha, dice Ben-Jaffel, y luego observaciones adicionales podrían confirmar la existencia de los anillos.