Descubrimiento de Enlace Perdido: Nueva investigación arroja luz sobre cómo los dinosaurios se volvieron gigantes.

13 Septiembre 2023 3204
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Cavidades óseas, conocidas como sacos aéreos, surgieron en los precursores de los dinosaurios de cuello largo hace aproximadamente 225 millones de años, según evidencia un espécimen descubierto en Río Grande do Sul, en el sur de Brasil. La investigación también indica que los sacos aéreos no evolucionaron de manera lineal como los científicos creen. Crédito: Márcio L. Castro

Acabamos de encontrar el eslabón perdido, cerrando la brecha entre los primeros dinosaurios, que variaban significativamente en tamaño, desde algunos centímetros hasta un máximo de 3 metros, y los gigantes más recientes que pueden ser más del doble de largo que un autobús y tienen tanto atractivo para la imaginación popular.

Macrocollum itaquii, descubierto en la región de Agudo en el estado de Río Grande do Sul, en el sur de Brasil, y con una antigüedad de 225 millones de años, es el dinosaurio más antiguo conocido que tiene estructuras denominadas sacos aéreos.

Estas cavidades óseas, que persisten en las aves actuales, permitieron a los dinosaurios capturar más oxígeno, mantener sus cuerpos frescos y resistir las duras condiciones de su era. También ayudaron a algunos a convertirse en gigantes: como el Tyrannosaurus rex y el Brachiosaurus, por ejemplo.

Un artículo sobre el estudio que condujo al descubrimiento fue publicado en la revista Anatomical Record. Dos de sus autores son investigadores que reciben apoyo de FAPESP en la Universidad Estatal de Campinas (UNICAMP) en el estado de Sao Paulo.

"Los sacos aéreos hicieron que sus huesos fueran menos densos, lo que les permitió crecer hasta más de 30 metros de largo", dijo Tito Aureliano, primer autor del artículo. El estudio se realizó como parte de su investigación de doctorado en el Instituto de Geociencias (IG-UNICAMP).

"M. itaquii era el dinosaurio más grande de su época, con una longitud de aproximadamente 3 metros. Unos millones de años antes, los dinosaurios más grandes medían alrededor de 1 metro de largo. Los sacos aéreos sin duda facilitaron este aumento de tamaño", agregó Aureliano.

El estudio fue una etapa del proyecto "Paisajes tafonómicos" financiado por FAPESP. La tafonomía es el estudio de cómo los organismos se descomponen y fosilizan o se conservan en el registro paleontológico.

La investigadora principal de este proyecto fue Fresia Ricardi-Branco, la penúltima autora del artículo y profesora en IG-UNICAMP.

"Este fue uno de los primeros dinosaurios en habitar la Tierra en el período Triásico", dijo. "La adaptación de los sacos aéreos le permitió crecer y resistir el clima en este período y posteriormente en el Jurásico y el Cretácico. Los sacos aéreos dieron a los dinosaurios una ventaja evolutiva sobre otros grupos, como los mamíferos, y pudieron diversificarse más rápido".

En un estudio anterior, el grupo demostró que los fósiles más antiguos encontrados hasta ahora no tenían sacos aéreos, tomando su ausencia como una señal de que esta característica evolucionó al menos tres veces de forma independiente.

M. itaquii era un bípedo, un sauropodomorfo y un ancestro de los cuadrúpedos gigantes con una cabeza pequeña y un cuello al menos tan largo como el cuerpo.

Evolución no lineal

Hasta que se descubrieron los sacos aéreos en M. itaquii, se sabía que estas cavidades vertebrales consistían en tejido camerate o camellate, el primero se refiere a espacios huecos observados por microtomografía y el segundo a hueso esponjoso. Según los autores, en este caso encontraron "cámaras neumáticas internas", que son "ni camerate ni camellate, sino un nuevo tipo de tejido con una textura intermedia". Proponen llamar a las nuevas estructuras "protocamerate", ya que "no son lo suficientemente grandes como para considerarse cámaras, pero también presentan una matriz camellate internamente".

"La hipótesis más aceptada hasta ahora era que los sacos aéreos comenzaron como cámaras y evolucionaron hacia camellas. Nuestra propuesta, basada en lo que observamos en este espécimen, es que esta otra forma existió primero", dijo Aureliano.

Las vértebras donde se encontraron los sacos aéreos también cambiaron lo que se conocía sobre la evolución de estas estructuras. Según los fósiles analizados previamente, otros grupos de investigación propusieron que los sacos aéreos aparecieron por primera vez en la región abdominal y no aparecieron en la región cervical hasta el Jurásico temprano (hace 190 millones de años), mucho tiempo después del período en que M. itaquii estaba vivo. Sin embargo, aquí los autores encontraron evidencia clara de sacos aéreos en las regiones cervical y dorsal, sin signos de las estructuras en la región abdominal.

"Es como si la evolución hubiera realizado diferentes experimentos hasta llegar al sistema definitivo, en el que los sacos aéreos se extienden desde la región cervical hasta la cola. No fue un proceso lineal", dijo Aureliano.


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